12+1 maneras de mantener la motivación para salir en bici

Por mucho que nuestro amor por el ciclismo sea infinito, admitamos que hay momentos en los que miramos a nuestra bicicleta con cierta desgana. Es normal. Puede ser difícil mantener la motivación para pedalear durante todo el año. El ciclismo es un deporte exigente tan cercano al disfrute como al sufrimiento, físico o mental. Sea por pereza o por culpa del mal tiempo, sabemos que cumplir con nuestra cita en el sillín es clave para la mejora de nuestro rendimiento o, al menos, para no perder la forma de manera irremediable. ¿Te suena aquello del no pain, no gain? Pues eso. Pero claro, es tan fácil dejarse llevar... Llega un día en el que no te apetece salir. Y ese día se convierte en una semana, y la semana se convierte en meses. Y llegado ese punto, solo pensar en retomar el entrenamiento se convierte en un dolor de muelas. Bien sabes lo que cuesta coger la forma y lo fácil que es perderla. Por eso, la motivación es un aspecto esencial en el ciclismo. Y de eso vamos a hablar. A continuación, 12 (+1) sencillas ideas o estrategias para mantener tu motivación y salir con la bici, aun en los peores momentos.

1. Súbete al rodillo

Ya sabes que el entrenamiento indoor está más de moda que nunca. Los rodillos inteligentes, en combinación con las aplicaciones de entrenamiento, han transformado la manera de entender el ciclismo en temporada baja. Si todavía no lo has probado, supondrá una motivación extra para no dejar de pedalear, aunque sea bajo techo. Plataformas como Zwift resultan divertidas. Te permiten competir con otros aficionados conectados, rodar, completar planes y sesiones de entrenamiento, etc. Cuentan con un componente adictivo basado en el juego que te servirá para mantener la forma durante la temporada en que salir ahí fuera no resulta apetecible. [irp posts="8781" name="Ventajas del entrenamiento con rodillo"]

2. Apúntate a un evento ciclista

[caption id="attachment_8553" align="alignnone" width="744"] La Chica de los Puertos, embajadora de Tuvalum.[/caption] Aunque se trata de una medida muy relacionada con la anterior, es pertinente destacarla, ya que es una de las fórmulas más efectivas para mantener tu motivación a tope durante un periodo de tiempo prolongado. Inscribirte en una prueba ciclodeportiva, o planificar un viaje con la bici por cualquier lugar, es una excelente manera de no decaer en tus salidas en bicicleta. [irp posts="2330" name="5 cosas en las que debes fijarte antes de elegir una prueba de cicloturismo"]

3. Date un capricho. ¡Renueva tu bici!

Renovar tu bici o tu equipamiento ciclista es un buen acicate para añadir un extra de motivación para tus salidas. Cómprate aquí una bici reacondicionada de Tuvalum 😊 y verás cómo encuentras la motivación que andabas buscando. Garantizado. Bueno, también puede funcionar con algo más modesto: unos calcetines nuevos, un maillot elegante, un potenciómetro recién instalado en tu bici... Todo lo que contribuya a que tu experiencia en los pedales sea más placentera te animará a retomar la actividad. Y no decaigas, claro.

4. Fíjate metas, pero plantéate objetivos a corto plazo

Correr el Tour de Francia, ganar la Cape Epic o dar la vuelta al mundo pueden ser aspiraciones muy lícitas que te pueden motivar. Pero pueden parecer lejanas. Por ello, es importante que intercales peldaños realistas a lo largo del camino. Plantéate objetivos diarios, semanales o mensuales. Asegúrate de que te resulten desafiantes, pero alcanzables. Todo vale: alcanzar ciertos valores de potencia en una sesión indoor, lograr algún KOM/QOM pendiente en Strava, recorrer una distancia durante una semana, conseguir ascender ese puerto que te parece imposible, perder algo de peso mensualmente… Todo ello son objetivos a corto plazo que estimularán tu motivación. Las metas más pequeñas y alcanzables te ayudarán a sentir una sensación regular de logro.

5. Intégrate en una grupeta

  No hay nada más motivador que contar las horas para reunirte con un grupo de personas que comparten tu pasión por la bicicleta. Si salir a tu aire se te hace cuesta arriba, únete a un club o grupo de ciclistas. Lo mismo podría aplicarse al ciclismo indoor. Si subirte al rodillo supone una tortura, apúntate a clases de spinning en tu zona. Dar pedales en compañía lo hace todo más fácil: camaradería, buen rollo y diversión. ¿Qué más puedes pedir? Además, las salidas en grupo no están exentas de competitividad. Es divertido jugar a ser profesional y dar palos de vez en cuando. Además, beneficia la mejora del rendimiento. Te sorprenderá hasta dónde puedes exprimirte en tus entrenos por el simple hecho de pedalear en compañía de otras personas. Salir en grupo es una excelente forma de encontrar motivación en un entorno más competitivo. Además, resulta muy práctico si lo que quieres es prepararte para un evento ciclista. [irp posts="1126" name="Cuatro consejos para empezar a salir en grupo con tu MTB"]

6. Empieza con altas intensidades

Existe la creencia de que el invierno es tiempo de monótonas salidas en bici al ralentí. Pero esto no debería ser exactamente así, ya que es una rutina que puede resultar cansina y desmotivadora. Es preferible que aplaces las tiradas largas para un poco más adelante, cuando el tiempo sea más bonancible. Aprovecha el invierno para hacer justo lo contrario: sesiones cortas a altas intensidades. De este modo, afrontarás la primavera con fuerza y ya tendrás tiempo para entrenar la resistencia. Entrarás rápido en calor durante tus sesiones, notarás mejora en el rendimiento con rapidez y pasarás poco tiempo a la intemperie. ¿A que suena bien? [irp posts="9010" name="Errores del entrenamiento en pretemporada"]

7. Contrata a un profesional

Contar con la ayuda de un entrenador personal es siempre una buena idea. No sólo realizará un seguimiento de tu entrenamiento ciclista, sino que programará tu actividad sin que tengas que preocuparte de este aspecto. Tener un plan de entrenamiento te facilita las cosas y evita que le des demasiadas vueltas a la cabeza: tienes que cumplir, y punto. Saber que tienes a otra persona vigilando tus movimientos es una buena motivación. El entrenador de ciclismo adecuado puede guiarte en tus objetivos ciclistas, diseñar un plan de entrenamiento que se ajuste a tus objetivos y ayudarte a entrenar de manera más inteligente. Un buen preparador te ayudará a que tu motivación no decaiga. Digamos que, por el mismo precio, contarás también con una especie de psicólogo. Algo parecido.

8. Huye de la monotonía

¿Estás hasta el gorro de la bicicleta? Puede pasar. Sobre todo, cuando entrenas en soledad y recorres una y otra vez los mismos lugares. Procura introducir algo nuevo en tu rutina para estimular tu motivación. Entrena un poco de fuerza en el gimnasio, vete a nadar, dale al running durante unos días… Una buena manera de encontrar motivación es cambiar de hábitos ciclistas temporalmente. Si lo tuyo es la carretera, prueba el MTB o el gravel; si sales solo, únete a un grupo; si nunca has entrenado en un velódromo, puede ser el momento. Tienes mil opciones. Pronto estarás deseando regresar a tu zona de confort con las pilas completamente recargadas.

9. Busca nuevas rutas

La mayoría de los ciclistas echamos mano de un puñado de recorridos, por los que pedaleamos frecuentemente. Es algo que puede volverse monótono y desmotivador. Explora nuevos recorridos para recargar tu motivación. Prueba con herramientas como Strava para descubrir nuevos tracks cerca de casa. Es posible que te lleves alguna sorpresa agradable. Cárgalos en tu ciclocomputador, ¡y listo! El hecho de hacer algo un poco diferente es mentalmente estimulante y puede inspirarte a salir con la bici con ilusiones renovadas. [caption id="attachment_9664" align="alignnone" width="744"] Imagen: Jay Miller (Unsplash).[/caption]

10. Descansa, física y mentalmente

Paradójicamente una escasa motivación para salir en bici es una forma que tiene tu cuerpo de decirte: para y descansa. Puedes estar cansado, sobrecargado por culpa de un entrenamiento anterior, estresado... Todo esto afecta a la energía disponible en tu cuerpo para dedicar a tu bicicleta. También podrías estar al borde del agotamiento o sufrir de sobreentrenamiento. En tal caso, necesitarás un descanso. Si andar en bicicleta se convierte en una tarea rutinaria, en un mero trámite, es el momento de abrir un paréntesis. El ciclismo debe servir para enriquecer tu vida, no para atormentarla.

11. Entrena tus habilidades

Ante la falta de motivación, te proponemos escoger una habilidad ciclista, focalizar en ella y tratar de mejorarla. En lugar de salir a rodar más rápido y con el objetivo de acumular más kilómetros, puedes probar algo diferente: elige una disciplina ciclista que siempre hayas querido mejorar. Tal vez sea la escalada, o trazar curvas, o acelerar tu cadencia, o mejorar tu fuerza explosiva… La que sea. Dedica algunas sesiones a practicar las cuestiones donde veas mayor margen de mejora. Te convertirás en un ciclista más completo. ¿Te parece poca motivación?

12. Cambia el horario de tus salidas (si te lo puedes permitir)

Tal vez estés perdiendo la motivación para andar en bici porque sales demasiado temprano por la mañana y tu cuerpo no te sigue. Aunque madrugar para pedalear tiene sus beneficios, es posible que tu organismo necesite (y te pida) más horas de sueño. En tal caso, lo ideal es salir por la tarde, cuando ya has cumplido con tus obligaciones y con tu descanso reglamentario. Además, sabes que al llegar a casa ya no tendrás obligaciones excesivamente penosas.

13. Recompénsate

Por último: si tu motivación es perder peso a través del ciclismo, entonces recargar todas las calorías que quemas en cada ruta puede no ser la mejor idea. Pero si la báscula no supone un problema para ti, contar con algún pequeño incentivo esperando en la nevera no es una mala idea. Por supuesto, las recompensas no tienen que estar relacionadas con la comida y la bebida (aunque suelen ser las mejores, ¿no te parece?). Tal vez puede ser esa chaqueta ciclista que llevas tiempo deseando, o unos guantes, o unas ruedas nuevas, o cualquier otro regalo. Pero eso sí: procura a toda costa ganártelo con un buen trabajo sobre la bici. Elige un objetivo, fija una recompensa proporcionada y consíguela. Es una buena forma de encontrar motivación.