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Cuatro consejos para empezar a salir en grupo con tu bicicleta de montaña

Cuatro consejos para empezar a salir en grupo con tu bicicleta de montaña

Salir con la bicicleta de montaña en solitario está bien. Pero hacerlo en grupo ofrece más posibilidades para disfrutar de la ruta. Compartir una salida en buena compañía puede ser muy gratificante, pero no hay que olvidar que no dependemos de nosotros mismos, sino que hay que adaptarse al grupo. Por eso, aquí tienes una serie de consejos para que salir acompañado con la bicicleta de montaña no se convierta en una mala experiencia.

Respeta al 'jefe de filas'

Cuando sales en grupo ocupas uno de estos dos roles, o bien te dejas llevar, ha sido algún compañero o compañera del grupo quien ha organizado la ruta, o bien llevas, es decir, eres tú quien organizas la ruta y guías al resto. Si eres de los que te dejas llevar, en montaña deja que el guía marque el ritmo y aporte la información de ruta. Escucha sus consejos (suele ocurrir que es quien más experiencia tiene). Recuerda que el objetivo es disfrutar haciendo deporte y realizar una actividad lúdica, no competir. Si tienes dudas, pregunta a los que tienen más kilómetros en sus ruedas o piernas. Y si tienes arte para crear buen rollo, úsalo. El buen humor y unas risas son el mejor pegamento. Si eres de los que llevas, tienes una responsabilidad, el grupo confía en ti. Cuánta más información y experiencia tengas, mejor. Sé paciente con todos los que van en el grupo y ten un ojo puesto siempre en el más lento y en las posibles incidencias que puedan ir apareciendo. ¡Y no olvides disfrutar tú también de la ruta! [caption id="attachment_6996" align="alignnone" width="900"]Mujeres en bici de montaña Imagen: Pixabay[/caption]

El ritmo lo marca el más lento

Si el grupo está formado por bikers que se están iniciando, el ritmo lo debe marcar siempre el más lento. Cuando alguien del grupo queda descolgado no debe dejársele sólo porque la motivación no le va a acompañar y eso afectará a su ritmo. Y siempre esperar en los cruces. Establecer puntos de reunión previamente, asegurándonos que todos y todas los conocen. Dar ánimos a quién más esfuerzo le cueste ayudará a mantener el ritmo y no rendirse frente a una buena subida o en un primer descenso algo complicado. Si tienes experiencia ayuda a los que no la tienen enseñándole la técnica: cómo realizar un buen frenado, cómo superar un obstáculo, cómo afrontar una subida. Subiendo es normal que el grupo se estire, de ahí que sea conveniente tener claros los puntos de reagrupamiento, pero bajando sé prudente, aquí es donde nuestro consejo se convierte en una máxima: el ritmo lo marca el más lento. [caption id="attachment_10601" align="alignnone" width="900"]Un grupo de ciclistas con sus bicicletas de montaña Imagen: Luan Gonçalves[/caption]

Busca un grupo de tu nivel

Como biker, es recomendable unirse a un grupo donde el nivel físico medio sea como el tuyo, o bien que tengan una filosofía más lúdica que competitiva, donde les guste incorporar a gente nueva. Si estás empezando a pedalear en montaña y tu preparación física no es óptima, empezar con un grupo muy fuerte puede convertirse en un problema, para ti y para el grupo. No está de más que además empatices con el carácter del grupo y con sus ideas. Lo que en un grupo es una broma que todos y todas comparten, en otros puede ser un insulto que acabe expulsándote. [caption id="attachment_10602" align="alignnone" width="900"]Un grupo de ciclistas compitiendo en una prueba de cross country Imagen: Mídia / Pexels[/caption]

En montaña, comparte

Un grupo aporta muchas cosas positivas a la experiencia de pedalear o correr en montaña. La motivación es sin duda una de ellas así que compartir ánimos y buenas palabras es esencial. Y alimenta el buen rollo. Algo imprescindible. Cuando ocurre alguna incidencia, como por ejemplo un pinchazo en la montaña, siempre hay alguien que no tiene lo necesario para resolverla. Ir en grupo siempre soluciona estos problemas puntuales. Además, el grupo puede ponerse de acuerdo para repartir el material para reparar averías. Y si es un problema de salud física tendrás gente a tu alrededor que pueda ayudar a salir de la situación. El agua y la alimentación mínima en ruta también es algo que se comparte. Siempre hay alguien que se queda sin agua antes de llegar a un punto de avituallamiento. O que necesita una barrita energética para recargar pilas y seguir pedaleando. En definitiva, comparte. Porque hoy eres tú quien echa una mano, pero mañana la vas a necesitar, porque la montaña tiene eso, cada ruta es una absoluta y estimulante aventura.
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