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Rodillo o smart bike: ¿Cuál es la mejor opción para tus entrenos en casa?

Rodillo o smart bike: ¿Cuál es la mejor opción para tus entrenos en casa?

Elige entre rodillo y smart bike para entrenar en casa de forma eficaz

El entrenamiento indoor crece en adeptos y es ya una categoría ciclista con entidad propia. Toda una industria de dispositivos y complementos se mueve alrededor. Para quienes invertimos horas de pedaleo bajo techo, existen dos buenas alternativas: los rodillos interactivos de transmisión directa y las llamadas smart bikes o bicicletas inteligentes. Y aquí llega la pregunta: ¿Qué me conviene más? ¿Cuál es el dispositivo que mejor se adapta a mis condiciones y necesidades? Comencemos por aclarar conceptos. ¿Tienes claro lo que es un rodillo de transmisión directa? ¿Y una smart bike?

Qué es un rodillo de transmisión directa

Por definirlo de forma muy simple, un rodillo es un sistema que bloquea la rueda trasera de tu bici de carretera o bicicleta de montaña con la ayuda de un soporte y que te permite pedalear en casa. En la actualidad, los más populares son los rodillos interactivos de transmisión directa. Funcionan de la siguiente manera: se quita la rueda de la bici y se monta sobre el cassette instalado en el propio rodillo. Una vez montada la bici, el rodillo se conecta a la red eléctrica y a una aplicación de ciclismo virtual, tipo Zwift o similar. Tras seleccionar un entrenamiento o recorrido, la app controla el rodillo, aplicando más o menos resistencia y permitiendo consultar nuestra potencia, cadencia y otros valores, en tiempo real. El ciclista sólo tiene que preocuparse de dar pedales. Ni siquiera necesita cambiar de marchas. Con el modo ERG, es el propio rodillo el que gestiona el nivel de esfuerzo.

👉 Cómo elegir el rodillo más adecuado para entrenar en casa

Qué es una smart bike o bicicleta inteligente

Imagen: eu.zwift.com

Una smart bike es una bicicleta diseñada para entrenar en interiores. Muchas personas conocen las típicas bicis de gimnasio o de spinning, pero esta es diferente. Es un dispositivo enfocados a facilitar una experiencia lo más aproximada posible al rodar en bici en exterior. Conectada a la app correpondiente, cada fabricante interpreta la cuestión de distinta manera. Por ejemplo, Tacx integra en sus smart bikes un sistema de simulación de los accidentes del terreno; la Kickr Bike de Wahoo, por su parte, se inclina hasta cierto punto para recrear subidas y descensos. Vienen montadas con manillares de carretera. La resistencia se genera gracias a unos potentes sistemas de electroimanes, que ofrecen una respuesta rápida y una sensación de realismo. También cuentan con medidores de potencia integrados. Sea cual sea el camino que emprenda cada marca, todas coinciden en la búsqueda de las mismas sensaciones que el ciclista tiene en sus pedaladas outdoor.


Qué tener en cuenta para elegir entre una smart bike y un rodillo

A continuación, analizamos diversos aspectos que pueden condicionar la adquisición de uno de estos dispositivos para tus entrenamientos. ¿Cuál es la mejor opción en cada caso? Vamos a verlo.

Precio

Unas de las cuestiones capitales a la hora de decidirte por uno u otro dispositivo es el precio. Pongamos un ejemplo. Mientras que el rodillo inteligente de transmisión directa tope de gama de la marca Wahoo (modelo KICKR) se vende por unos 1.300 euros, la Smart Bike disponible de la misma marca se pone en 4.000 euros. Una razón de peso para pensarlo dos veces antes de decidirse por un dispositivo u otro.

Espacio y portabilidad

Mientras se usan, ambos dispositivos de entrenamiento ocupan un espacio parecido. La cosa cambia cuando necesitamos guardarlos. Algunos rodillos de transmisión directa tienen patas plegables, lo que permite guardarlos en un armario, debajo de una cama, o en el trastero. Muchos cuentan también con asideros para transportarlos con facilidad. Las smart bikes, en cambio, requieren más espacio de almacenamiento y son más pesadas. Por lo tanto, es mejor tener un área de entrenamiento específica para que la bicicleta inteligente no suponga un estorbo en nuestra vida cotidiana.


Opciones de ajuste

Una de las grandes ventajas de las smart bikes frente a los rodillos de transmisión directa es su capacidad de personalización y ajuste. Un aspecto particularmente interesante si lo que quieres es compartir tu bicicleta con otras personas. Adaptarla a cada fisonomía es un proceso sencillo y rápido. Con un rodillo ocurre todo lo contrario. Al depender de una bicicleta ajena al sistema, la geometría y el tamaño condiciona totalmente el desempeño del ciclista. La alternativa es cambiar de bicicleta en función de la persona, lo cual puede ser tedioso, o adaptarse a las medidas de otra persona, lo cual es siempre una mala idea.


Oferta en el mercado

Hoy en día, la oferta de rodillos de transmisión directa en el mercado es enorme. No ocurre lo mismo con las smart bikes, un segmento mucho más limitado. Al ser un producto de nicho más específico, las marcas suelen ser conservadoras en su oferta.


Ruido

Los rodillos inteligentes son bastante silenciosos. De hecho, es normal que la transmisión de tu bicicleta haga más ruido que el propio rodillo. Pero nada comparable al silencio de una smart bike. A ello contribuye la ausencia de transmisión (cadena-platos-cassette), la cual es sustituida por una correa, que resulta además más limpia y duradera que una cadena de bici convencional. Esta característica permite que las smart bikes sean muy adecuadas para pedalear en un apartamento y para quien busca un dispositivo de entrenamiento silencioso que no moleste a las personas con las que convive. Tampoco son completamente silenciosas, especialmente a intensidades altas. Tenlo en cuenta.


Estabilidad

Uno de los temas más complejos de abordar con el uso del rodillo es el de la inestabilidad. Cuando nos levantamos para un sprint, por ejemplo, un ligero balanceo del sistema puede resultar molesto. Los mejores rodillos utilizan distintas técnicas para tratar de neutralizar esta cuestión, pero suele ser problemático. En esta situación, una smart bike tenderá a ser mucho más estable que un rodillo. Si en tus entrenamientos son frecuentes las sesiones a muy altas intensidades, una bici inteligente puede ser más adecuada para tus necesidades. Las smart bikes son pesadas y cuentan con una base generosa, lo que ofrece una estabilidad total.


Mantenimiento

Si bien ninguno de los dos dispositivos requiere un mantenimiento especial, el rodillo tiene una desventaja: hay que mantener la bicicleta que va montada en el mismo. Aunque no se mueva, una bici sobre el rodillo sufre desgaste en sus componentes: cadena, cassette, platos... Además, el sudor se convierte en un gran enemigo, ya que su poder corrosivo puede estropear a la larga tanto cuadro como componentes. Para resolver este problema, es habitual contar con una bicicleta para uso exclusivo en interior. A muchos ciclistas les preocupa que el rodillo de transmisión directa pueda dañar la bicicleta con el uso prolongado. Sin embargo, no hay razón para preocuparse siempre que se sigan las indicaciones del fabricante. Las smart bikes casi no requieren mantenimiento, con la salvedad de limpiar el sudor y el polvo de vez en cuando. Los fabricantes sí recomiendan una limpieza a fondo una o dos veces al año. Además, son dispositivos más limpios que los rodillos, ya que no emplean lubricante para la cadena, que puede depositarse en el suelo o manchar nuestra equipación.


Comodidad

En cuanto a la comodidad, el mundo de los rodillos inteligentes de transmisión directa es diverso. Algunos ofrecen un ángulo de balanceo de lado a lado. Esta inclinación reduce la fricción entre los glúteos y el sillín, lo que contribuye a una mayor comodidad de marcha. Por su parte, las smart bikes suelen ser rígidas, por lo que una buena idea es emplearlas en combinación con plataformas específicas. Lo mismo puede aplicarse para rodillos que no ofrecen ningún tipo de flexibilidad. ¿En qué consisten estas plataformas? Son una especie de tablas que se montan debajo el dispositivo y que aportan una experiencia de pedaleo todavía más realista, gracias a un determinado rango de balanceo, similar al que puedes experimentar en exteriores.


Facilidad de uso

Cuando ya tienes una bicicleta montada específicamente para el rodillo, sólo tienes que subirte y comenzar a pedalear. Cosa distinta es lidiar con el proceso de montaje y desmontaje, algo inevitable si sólo dispones de una bicicleta para todo tipo de uso, tanto en rodillo como para tus rutas outdoor. Montar y desmontar la bicicleta cada vez que te subes al rodillo puede resultar tedioso, una cuestión de la que no tienes que preocuparte si dispones de una smart bike. Dispondrás de una bici para entrenar en casa y de otra (o varias) para pedalear al aire libre.


Sensaciones de pedaleo

La sensación al pedalear que transmite una smart bike es indiscutiblemente más realista que la de cualquier rodillo de transmisión directa que se tercie. Con la flexibilidad de ajustes que permite este tipo de bicicleta, el acoplamiento a la máquina puede ser idéntico al que percibes cuando ruedas con la bicicleta en carretera abierta.

👉 Ventajas del entrenamiento con rodillo

¿Vale la pena?

No existe experiencia más inmersiva para pedalear bajo techo que la que proporciona una smart bike. Las bicicletas convencionales está hechas para rodar en el exterior y el empleo de un rodillo es una adaptación que siempre va a tener algún déficit, por mínimo que sea. Pero una smart bike es diferente. Se diseña pensando en el ciclismo indoor y todo su desarrollo camina en esa línea. A partir de esta premisa, la decisión es tuya. ¿Cuál es el dispositivo que mejor se adapta a tus condiciones?
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