Si has tenido la desgracia de sufrir alguna vez el robo de tu bicicleta no hace falta que te expliquemos cuál es la sensación de frustración que provoca. Y si nunca te ha ocurrido, debes saber que siempre existe la posibilidad de que te pase alguna vez en la vida.
Demasiadas veces caemos en el error de pensar que "si nos toca, nos toca”, como si sufrir este hurto fuera algo parecido a una lotería. La realidad es que está en nuestra mano dificultar mucho el robo con una serie de medidas a nuestro alcance. Y, aunque influye, no todas pasan por comprar el candado más caro.
Elige un lugar iluminado y evita las estaciones
Es obvio que un lugar cerrado y vigilado es el más seguro para nuestra bicicleta, pero el uso que le damos nos obliga a desplazarnos hacia diversos lugares, dejarla a solas en público y volver después a retomarla.
Dejar la bicicleta al aire libre no es en sí sinónimo de robo, pero sí debemos optar por lugares bien iluminados y que no se encuentren apartados. Los aparcamientos de bicicletas suelen ser un lugar más adecuado que los postes y señales aisladas. Si tienes que dejarla en un lugar que no conoces, puedes preguntar en la zona si por allí suelen darse sustracciones de bicicletas.
Uno de esos lugares en los que nunca deberías dejar a tu amiga de dos ruedas son las estaciones de metro, tren o autobús, porque los ladrones deducirán que la bici pasará allí algún tiempo sin vigilancia. En las estaciones hay zonas vigiladas con videocámaras, comprueba si puedes dejarla bajo el área de grabación de alguna de ellas.
Las rutinas son tu peor enemigo
No hay nada que llame más la atención de un ladrón que alguien que, cada día a la misma hora, realiza el mismo recorrido y, durante unas horas, estaciona su bicicleta en el mismo punto. Si lo haces cuentas con muchas papeletas para ser objeto de robo.
Procura cambiar de vez en cuando la ruta que realizas y, a menudo, el lugar en el que dejas tu medio de locomoción. Será la mejor forma de alejarla del radar de los cacos.
Aprende cómo funciona tu candado
En el mercado puedes encontrar infinidad de candados, de los más sencillos a los más complejos. El precio puede ser una orientación sobre su calidad, pero ten algo presente: si compras un candado caro pero no sabes usarlo y no aprovechas todas sus funcionalidades, será igual que si compras la mejor bici del mundo para después dejarla aparcada en el garaje de casa. Asesórate en profundidad sobre ellos y úsalos siempre uniendo las ruedas y el marco a algo fijo y firme.
Sobre qué candados son los mejores hay un fuerte debate, pero podemos decir que, en general, los más aconsejables son los U-Lock. Los articulados ofrecen también buenos resultados. No escatimes en precio si quieres llevarte a casa un producto de calidad y que te dure mucho tiempo.
Otros trucos adicionales
Marca tu bicicleta para que no sea fácil de vender. Muchos robos se producen con la intención de vender la bicicleta, si es posible cuanto antes. Por eso, cuanto más la personalices más costoso resultara. Hacer alguna marca en el cuadro o en las llantas puede ejercer un efecto disuasorio.
Para evitar que los rateros rompan el candado con facilidad o le apliquen alguna sustancia corrosiva, asegúrate de ponerlo mirando hacia el suelo.
No dejes probar tu bicicleta a un desconocido. Si te encuentras con alguien que halaga tu bicicleta y te pregunta si puede probarla, desconfía. No serías el primero al que le roban de esta forma tan sencilla.
Si acudes a coger tu bici, y observas que tiene una rueda pinchada, no la abandones en el lugar para ir a por ella en otro momento. Es la técnica que emplean algunos ladrones para que, precisamente, la pierdas de vista durante unas horas y, a continuación, actuar.
Si no cuentas con tuercas de seguridad para el asiento, ni puedes proteger algunos accesorio de la bicicleta, como luces y reflectantes, retíralos y llévatelos contigo.
Y si a pesar de todo, ya te han robado…
Incluso aunque hayamos tomado todas las medidas del mundo para evitar el robo de nuestra bicicleta, no podemos asegurar al 100% su seguridad. Lo primero que te aconsejamos es que denuncies el robo lo antes posible.
Por otra parte, te recomendamos que tengas siempre anotado el número de serie que figura debajo del pedalier de tu bicicleta. Mejor si además guardas una foto. Si tienes la fortuna de que aparece, aunque la hayan pintado o le hayan cambiado algunas partes, será la mejor forma de identificarla. Ten también en cuenta que en algunos ayuntamientos puedes registrar tu bicicleta de forma gratuita, lo que hará más sencillo localizarla en caso de sustracción.