Todos tenemos algún amigo ciclista que cuando sale a hacer alguna ruta de montaña lleva una mochila tan enorme que parece que salen de viaje una semana. Otros, en cambio nunca llevan más que una simple bolsa donde guardar el teléfono móvil.
No es fácil elegir las herramientas y accesorios que echar en la mochila cuando sales en bicicleta, ya que el número de incidencias que se nos pueden presentar es variado.
Entonces, ¿es mejor ir preparado para hacer frente a cualquier adversidad que nos ocurra en medio del campo o mejor relajarse ante la imposibilidad de hacer frente a todo?
En este artículo hablaré de todas esas herramientas y complementos indispensables para cualquier salida en bicicleta, ya sea por carretera o montaña. El objetivo es ser autosuficientes para evitar quedarnos tirados en medio del monte o a expensas de la caridad de algún ciclista que nos pueda echar una mano.
Multiherramienta con tronchacadenas
La multiherramienta para el ciclista es como la navaja multiusos para el montañero. Se trata de un accesorio prácticamente obligatorio con el que resolver las incidencias mecánicas más leves pero no por ello menos comunes. ¿A quién no se le ha aflojado un tornillo del cambio o se le ha movido una cala de la bota?
Existen muchos tipos de multiherramientas. En el caso de la bicicleta, es recomendable que tenga destornillador, distintos tamaños de llaves tipo Allen y tipo Torch, y también un tronchacadenas. Si no lleva tronchacadenas, deberemos llevarlo aparte, ya que la rotura de la cadena es una de las averías más frecuentes.
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Desmontables de cubiertas
Si tuviéramos que cambiar de cámara por un pinchazo, necesitamos unos desmontables para quitar la cubierta. Se suelen vender en packs de 3, pero si eres un poco apañado llevando 2 es suficiente.
Un consejo: es preferible utilizar los desmontables solo para quitar la cubierta. Para volver a montarla recomiendo hacerlo a mano, ya que la mayoría de pellizcos de cámaras -que pueden producir futuros pinchazos- se producen por montar las cubiertas con los desmontables.
Existen en el mercado demontables baratos, pero no resultan prácticos. Suelen ser de plástico de mala calidad y terminan doblándose o rompiéndose a la mínima ocasión.
Eslabón rápido
Una de las averías más comunes, sobre todo en ciclismo de montaña, es la rotura de la cadena por llevarla mal lubricada, por hace fuerza en el pedaleo mientras se está cambiando de marcha o por un golpe con piedras matorrales y otros elementos.
La mejor opción para solucionar esta avería es utilizar el tronchacadenas, sacar el eslabón estropeado y ponerle el eslabón rápido. Con un tronchacadenas y un eslabón rápido tendremos arreglada esta avería en un par de minutos.
Ahora bien, es recomendable aprender a usarlo. No es que resulte complicado, pero siempre es mejor practicar un día en casa tranquilos con una cadena vieja, sin prisas, sin frío, sin lluvia ni barro. Aprenderemos mejor y así evitaremos que nuestra primera vez sea un infierno.
Ten en cuenta que, al igual que a cada piñonera le corresponde una cadena distinta, no hay eslabones rápidos universales. Debemos llevar el que corresponda con nuestra cadena. Así que, antes de comprar un eslabón rápido, asegúrate que es compatible con la cadena que lleva tu bicicleta.
Patilla de cambio
La patilla es la pieza que sirve de anclaje entre el cuadro y el cambio. Pero aparte también tiene la misión de proteger al cambio y al cuadro en caso de algún golpe o percance, de tal manera que sea la patilla la que sufra la tensión. Si uno de estos elementos se ha de romper, que sea ésta y así minimizar los daños.
En caso de partir la patilla en una salida y no tener una de recambio, lo único que podrás hacer es desmontar el cambio, acortar la cadena e ir en
single speed hasta casa.
Hasta hace bien poco, cada modelo de bicicleta llevaba una patilla distinta. Pero recientemente SRAM ha lanzado una patilla de cambio universal para sus grupos de montaña: la
SRAM Universal Derailleur Hanger.
Bomba de aire o cartuchos de CO2
Otra de las averías más comunes -y auténtica pesadilla cuando te sucede en varias salidas- es pinchar una rueda. De ahí que sea totalmente imprescindible llvaruna bomba de hinchado.
Actualmente se pueden encontrar en el mercado bombas muy pequeñas y muy cómodas para llevar en el maillot, dentro de un bidón para herramientas o acoplato al soporte del bidón de agua.
Como alternativa a la bomba de aire están los cartuchos o bombonas de CO2. Resultan ideales para carreras en las que no tienes tiempo que perder, ya que con ellos inflarás la rueda en 4 ó 5 segundos.
Hay que tener en cuenta para qué tipo de ruedas quieres utilizarlos, ya que hay varios tipos de bombonas: de 12, 16, 20 y 25 gramos. En función del tipo de cartucho que compres cada uso te puede salir entre 1€ y 6€.
Cámaras, parches y mechas
Siempre es recomendable llevar una cámara de repuesto, incluso cuando montamos neumáticos
tubeless. Además de la incomodidad de pinchar en mitad de una ruta, siempre existe el riesgo de que se raje la cubierta y el líquido tubeless no sea capaz de cerrar el agujero.
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También es recomendable llevar un pequeño kit de reparación de pinchazos que incluya parches, pegamento y lija, tanto si montas neumáticos con cámara como ruedas
tubeless. ¿Te imaginas que se te raja la cubierta, pones la cámara y vuelves a pinchar? Pues es más frecuente de lo que piensas.
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No olvides completar el kit de reparación de pinchazos con un juego de mechas. Éstas sirven para sellar los agujeros o rajas que se produzcan en la cubierta y que el líquido tubeless no pueda tapar. Hay marcas como Samurai que comercializan unos tapones para los puños del manillar que llevan incorporadas las mechas.
Bridas
Un salvavidas que no pesa, no ocupa y te puede hacer un apaño en las situaciones de roturas más extrañas que pudieran ocurrir es llevar unas cuantas bridas.
Por ejemplo, en mi caso, me salvaron en una carrera. El cierre de boa de la zapatilla se enganchó con una rama y salió volando. Lo que hizo fue utilizar un par de bridas a modo de cordones improvisados.
Un buen lugar para guardarlas puede ser en la bolsita de las herramientas o en el manillar de la bicicleta de MTB; se quitan los tapones de los puños y se introducen dentro del manillar. Así nunca más te acordarás de ellas hasta que las necesites.
Un trapo
Sí, como suena. Aunque te parezca raro, nunca está de más llevar un viejo trapo para limpiarse. ¿O quieres terminar el día con las manos llenas de grasa por haber arreglado la cadena en mitad de la ruta?
Además, resulta muy práctico a la hora de envolver todas las herramientas dentro del bolsito o el accesorio que usemos para llevarlas en la bicicleta. De esta forma evitamos que vayan golpeándose unas con otras haciendo ruido.
¿Dónde guardamos todo esto?
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Hay multitud de opciones para guardar todas nuestras herramientas, pero probablemente las dos más utilizadas son:
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Bidón portaherramientas: Son bidones en forma de cartucho muy cómodos que se pueden colocar en el segundo portabidón de la bicicleta.
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Bolsa portaherramientas: Son estuches de cremallera que se colocan debajo del sillín. En función del modelo se anclará a los raíles del sillón y a la tija.
Aunque parezcan muchos elementos, si lo apañas bien no ocupan tanto y tampoco representan una locura de peso. Lo más importante, sin duda, es ser autosuficiente en caso de incidencia para continuar la marcha y evitar quedarnos tirados en medio del monte o el mitad de una ruta en carretera.
