Subir trialeras con tu bicicleta de montaña sin perder el equilibrio es un reto de alto nivel técnico. Este tipo de tramos combinan una serie de obstáculos y dificultades técnicas que complican el paso: pendientes acusadas, tierra suelta, piedras sueltas, grava o incluso grietas. En definitiva, las trialeras se caracterizan por un firme inestable en el que se pierde adherencia en los neumáticos, mientras que la gravedad de la pendiente ejerce su fuerza para desequilibrarte.
Pero con mucha práctica y aplicando determinados trucos podrás llegar a dominarlas sin poner pie a tierra ni caerte. Si practicas mountain bike con frecuencia y quieres mejorar el nivel de manejo de tu bici, tendrás que aprender a dominar con cierta soltura estos tramos, tanto en subida como en bajada.
En esta ocasión, te explicamos algunas reglas básicas y trucos para quitarte el miedo y atreverte a subir trialeras de forma ágil y segura.
Regla número 1: prepara tu bicicleta
Si ya sabes de antemano que el recorrido que vas a hacer va a tener trialeras en subida, es conveniente realizar sencillas adaptaciones en tu bicicleta de montaña con el objetivo de conseguir un apoyo extra para subir cómodo, seguro y evitar perder el equilibrio:
Cubiertas
Reduce ligeramente la presión habitual de tus neumáticos. De media, quita 0,1 bar a la rueda delantera y entre 0,2 y 0,3 bar a la rueda trasera debido a que será la que más derrape y provoque el desequilibrio. El lastre en terreno llano no será muy acusado y al final ganaremos agarre en la trialera.
Sillín
Asegúrate de que está bien nivelado y en una distancia neutra con el manillar. No debe estar ni muy adelantado ni muy retrasado. Tu posición sentado en el sillín va a ser clave para gestionar el equilibrio y avanzar sobre la trialera.
Pedales
Realiza una limpieza y engrase rápido de tus pedales automáticos. Es importante que se enganchen y desenganchen con facilidad. Revisa también la tensión del anclaje y ajústala a tus preferencias, apretando o aflojando el tornillo correspondiente. Esto evitará resbalones del pie al pedalear o que no te puedas desenganchar del pedal a tiempo. En definitiva, se trata de evitar que pierdas el equilibrio y te caigas.
Si no estás muy acostumbrado o no te sientes seguro con los
pedales automáticos, con los pedales de plataforma será más sencillo posar el pie en el suelo en caso de que te desequilibres pero al mismo tiempo tienes más riesgo de que se te resbale el pie del pedal.
Regla número 2: anticipación
Se aproxima la primera subida técnica y hay que ir preparándose para pasarla con éxito antes de que comience. Adapta el desarrollo, no esperes a cambiar cuando ya ha empezado la subida. Para ello hay que fijar la mirada al frente, visualizar y memorizar todos los elementos del inicio de la trialera varios segundos antes de llegar.
Una vez tengas identificado el tipo de trialera que vas a subir (con mucha pendiente, con piedras, tierra suelta, etc.) llega el momento de cambiar hacia coronas más grandes o quitar el plato grande si usas doble plato. Seguidamente, acelera para entrar con algo de impulso en la subida sin dejar de pedalear en ningún momento.
Regla número 3: postura adelantada
Con el desarrollo más ligero y fluido posible, llega el momento de escalar siguiendo una línea determinada. Para mantenerse en equilibrio es fundamental la postura. Intenta colocar tu trasero en la parte delantera del sillín, pero no en la punta. Mejor al comienzo de la nariz para mantener una parte de tu peso corporal sobre el tren trasero y evitar que la rueda posterior derrape.
Al mismo tiempo desplaza tu tronco y brazos ligeramente por encima del manillar. A mayor pendiente, mayor será también el desplazamiento de tu cuerpo hacia adelante. Pero no olvides de mantener siempre que sea posible parte de tu trasero en el comienzo de la nariz del sillín. Y por último recuerda una norma básica: nunca te pongas de pie subiendo una trialera. El riesgo de desequilibrarte se triplica.
Regla número 4: evita el pedaleo brusco
Puede parecer un tópico, pero en la gestión de las subidas técnicas con una bicicleta de montaña más vale la maña que la fuerza. Evita así aceleraciones bruscas o dar zarpazos a los pedales. Pedalea con un ritmo sostenido pero firme, con una pedalada acompasada. Para conseguirla hay que recordar el regla número dos de la anticipación, donde insistimos en la necesidad de cambiar a un desarrollo escalador, más ágil fluido.
Regla número 5: regula tus fuerzas
El último truco para que puedas llegar al final de la trialera sin poner el pie en la tierra es regular tus fuerzas. Esto pasa por pedalear a un ritmo constante, con una cadencia de pedaleo ágil pero equilibrada. Además este extra de fuerza siempre viene bien en caso de que debas dar un impulso más para pasar por un escalón, superar un obstáculo, una raíz, etc.
Conclusión: anticipación, postura y pedaleo
Trabajar estos tres aspectos son fundamentales para superar la mayor parte de las trialeras con tu bicicleta de montaña. Visualizar y estudiar el tramo, mantener una postura equilibrada sobre la bici (pero ligeramente adelantada) y cambiar a un desarrollo cómodo y fluido te permitirá escalar con garantías.
Además, si adaptas determinados elementos de tu bicicleta, como la presión de las ruedas o la tensión de los pedales, obtendrás un extra de comodidad y seguridad que aumentará tu confianza.