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Cómo vestirse para salir en bicicleta en invierno

Cómo vestirse para salir en bicicleta en invierno

Guía esencial: cómo vestirse para salir en bicicleta en invierno y no pasar frío

Cuando sales en bicicleta durante el invierno, tarde o temprano te acabas encontrando con dos tipos de ciclistas. Puedes que incluso tú seas uno de ellos. Por un lado están los que antes de salir de casa se ponen una capa de ropa tras otra como si fueran a escalar el Everest: un par de camisetas debajo, maillot, chaleco, chaqueta de invierno, otra chaqueta por si acaso, dos pares de guantes, calentadores de rodillas, pasamontañas para la cabeza... Y en el bolsillo del maillot no faltan un chubasquero y alguna camiseta térmica de refuerzo por si acaso. Van tan abrigados que tanto podrían salir en bicicleta como salir a la conquista del Polo Sur. Por otro lado están aquellos a los que no parece importarles el frío y salen con el maillot de manga corta, su culote de verano y poco más. Una chaquetilla fina por si hace viendo o unos manguitos para cubrir los brazos como mucho y listo. Su argumento suele ser que "luego entro en calor cuando voy encima de la bici y me sobra todo".

Realmente equiparse para salir en bicicleta en los meses de primavera y verano es relativamente sencillo. Basta con un maillot fino y cómodo de manga corta y un culote que no haga rozaduras. Pero en invierno la cosa se complica. El frío, la lluvia y el viento no son los mejores amigos del ciclista. A veces podemos pecar de quedarnos cortos a la hora de elegir las prendas con las que salir en bicicleta, con el riesgo de contraer un resfriado. En otras ocasiones también podemos pasarnos de previsores y padecer calor por llevar tantas prendas de ropa encima.

👉 Cómo prepararte para salir en bicicleta en invierno

¿Cómo debemos vestirnos para salir en bicicleta durante los meses de invierno? A continuación te contamos algunas pautas que pueden ser de utilidad para equipar tu armario de cara a seguir disfrutando de la bicicleta entre noviembre y febrero.

La teoría de las tres capas

Es importante que el cuerpo se mantenga a una temperatura adecuada. Esto es fácil de entender: en invierno hace frío y necesitamos estar calentitos. Sin embargo, hay un detalle que no debemos olvidar. En invierno no sólo tenemos que protegernos de las bajas temperaturas, sino también de la humedad. Tanto de la que pueda venir del exterior a través del viento o la lluvia, como de la que se genere en el interior a través del sudor. Por eso, además de utilizar ropa que aisle y abrige, también es muy importante que sea transpirable y que permita evaporar el sudor desde el cuerpo hacia el exterior. Así como en verano la lógica dicta que salgamos con maillot de manga corta y culote tradicional, no existen unas normas de vestimenta específicas para el invierno. Primero porque las condiciones de frío y humedad no son las mismas en todos los lugares. Y segundo porque no todos somos igual de sensibles a las bajas temperaturas. Sin embargo, existe una recomendación básica que podemos seguir para cubrir el cuerpo y protegernos de las inclemencias invernales: vestirnos por capas. A la hora de elegir qué prendas ponernos, se recomienda llevar tres capas. rmalmente 3 capas. La primera capa nos ayuda a crear un microclima y a alejar la humedad producida por el sudor de la piel. Lo más aconsejable es utilizar una camiseta térmica. Puede ser de manga larga o de manga corta, dependiendo de lo cómodo que nos sintamos con una u otra y de la prenda que utilicemos en la segunda capa. La segunda capa cumple la función de retener el calor y evitar así la pérdida de temperatura. Podemos utilizar un maillot específico de invierno o, si llevamos una camiseta térmica de manga larga y no hace excesivo frío, el maillot clásico de verano. La tercera capa tiene por objetivo aislarnos del frío, el viento y la humedad del exterior. Podemos usar un chaleco, una chaqueta específica, un cortavientos o un chubasquero. Es importante que las 3 capas sean capaces de evaporar la humedad desde el interior, por lo que la ropa deberá ser transpirable. El sudor es uno de los peores enemigos del ciclismo en invierno, ya que podemos quedarnos fríos si se concentra demasiada humedad cerca de la piel.

Usa ropa específica de ciclismo, no de otros deportes

A la hora de comprar ropa para usar cuando salimos en bicicleta durante el invierno es mejor no centrarse en la cantidad, sino en la calidad. No se trata de comprar mucha ropa que abrigue bien, sino de salir con la equipación adecuada para que nos sintamos cómodos cuando hagamos una ruta o un entrenamiento. Es mejor adquirir ropa específica de ciclismo que prendas deportivas multideporte o de otros deportes. Un error frecuente entre los aficionados que se inician en el ciclismo es usar chaquetas con neopreno o de montaña para salir con la bicicleta. Esta ropa, aunque es ligera y nos protege del frío y la humedad externos, en realidad está diseñada para ser usada en unas condiciones muy diferentes a las de pedalear encima de la bicicleta. Un senderista que asciende una montaña caminando no suda lo mismo que un ciclista que sube un puerto o realiza una ruta de trail. Por otro lado, el grosor o los materiales utilizados cumplen una función diferente en una misma prenda dependiendo del deporte para el que está diseñada. El neopreno, por ejemplo, es un buen aislante térmico, pero no favorece la transpiración (a excepción del GoreTex). Conviene no olvidar que no se trata solo de no pasar frío. Cuando llevas 3 horas encima de la bicicleta es importante sentirte cómodo y no tener la sensación de que te falta o te sobra alguna prenda. Éstas son las prendas básicas que no deben faltar en tu armario si vas a salir en bicicleta durante los meses de invierno:

Camiseta térmica

Es, sin lugar a dudas, la prenda imprescindible que todo ciclista debe llevar cuando sale en invierno, independientemente de que practice ciclismo en ruta o de montaña. Las tres cualidades que debe tener una camiseta térmica para ciclismo son: que transpire, que caliente el cuerpo y que no provoque rozaduras. La camiseta térmica actúa como una segunda piel. Estas camisetas suelen ser elásticas y es conveniente que se ajusten bien al cuerpo. Si eliges una talla que te quede grande se generarán bolsas entre tu piel y la camiseta y posiblemente no cumpla su función. Pero no olvides que se trata de que se ajuste a tu piel no de que te comprima, así que si llevas una talla pequeña irás muy apretado e incómodo encima de la bicicleta. Quizás puedas pensar que para esta primera capa te puede servir una camiseta interior gruesa de tirantes o de manga corta. Puede que te resguarde del frío, pero este tipo de camisetas suelen estar confeccionadas en algodón, un material que retiene más la humedad que las fibras sintéticas de las camisetas térmicas. Esto significa que el sudor no saldrá al exterior, con el consiguiente riesgo de enfriamiento por humedad. Es recomendable tener una camiseta térmica fina y otra más gruesa. O una de manga larga y otra de manga corta o camiseta técnica ajustada de tirantes. De esta forma podrás combinarlas con el maillot en función del frío que haga: la fina con un maillot más grueso, o la gruesa de manga larga con el maillot de manga corta. Insistimos: es importante que sea de calidad, porque está en contacto con nuestra piel.

¿Maillot de invierno o manguitos?

Una duda recurrente para salir en invierno es el maillot. ¿Es mejor comprarse un maillot específico de invierno de manga larga o basta con adquirir unos manguitos y seguir usando el de siempre? Aquí dependerá de cada uno, de las sensaciones que tengas, del frío que sientas, de la zona por la que salgas en bicicleta. No es lo mismo hacer una ruta en el mes de enero por los pueblos de arquitectura negra del interior de Guadalajara a 8 grados bajo cero que en el litoral de Cádiz a 12 grados. Lo importante es que sea un maillot. Es decir, que sea una prenda para hacer ciclismo, no un jersey viejo o una sudadera de running. Algunos ciclistas prefieren llevar maillot fino y manguitos para proteger los brazos. Otros se siente más cómodos con una camiseta térmica de manga larga debajo del maillot de manga corta. Pero la mayoría tiene un maillot de manga larga, algo más grueso para los días en los que el frío arrecia con más fuerza. Nunca está de más de tener un maillot de invierno en el armario.

Chaqueta, chaleco y chubasquero

La tercera capa es la que más duda nos genera a la hora de salir en bicicleta. ¿Nos ponemos el chaleco? ¿Mejor una chaqueta de ciclismo para invierno? ¿Sacamos el chubasquero? A la hora de decidir ten en cuenta una máxima que se aplica siempre: decidas lo que decidas, más de una vez vas a tener la sensación de que has elegido mal. A veces pecamos en exceso poniéndonos el chaleco y el chubasquero y acabamos sufriendo un efecto sauna mientras subimos un puerto de montaña. En otras ocasiones nos dejamos la chaqueta en casa porque parece que el sol está fuera y terminamos echándola de menos. Al final todo dependerá de las sensaciones que tengas y del tiempo que haga. Si llueve o amenaza lluvia, nunca está de más echar el chubasquero o cortavientos en la mochila. Si refresca pero el cielo está despejado y con sol, quizás te baste con el chaleco. Si el termómetro marca temperaturas bajo cero, la chaqueta es imprescindible. Si llevas chaleco, es imprescindible usar manguitos salvo que tengas maillot de manga larga o una camiseta térmica de manga larga. En cualquier caso, esta tercera capa de ropa es la más fácil de añadir o quitar. Si vas en mitad de una ruta nunca deberías pararte para quitarte o ponerte una camiseta térmica o un maillot. Sin embargo, es muy fácil sacar del bolsillo del maillot un chubasquero o un chaleco para ponértelo. O quitarte la chaqueta y guardarla en la mochila. En invierno la temperatura suele variar de una semana a otra e incluso de un día a otro. Por eso es recomendable tener las tres prendas: chaleco, chaqueta de ciclismo y chubasquero. Al igual que sucede con la camiseta térmica y el maillot, cómprate material que sea específico para ciclismo. Un chubasquero para caza o una chaqueta de neopreno para montañismo no son fáciles de guardar en el bolsillo del maillot y dificultan la evaporación del sudor.

¿Culote largo o culote corto con mallas?

Una vez resuelto el tema del cuerpo, vayamos a las piernas. ¿Es imprescindible usar un culote largo de invierno? ¿Se puede salir en bicicleta con el culote corto y las piernas al aire? ¿Es mejor invertir en unas perneras? Al igual que sucede con la parte superior del cuerpo, en lo que se refiere a las piernas se deben tener en cuenta dos factores a la hora de comprar ropa específica para practicar ciclismo en invierno. Por un lado las condiciones climáticas que nos vamos a encontrar en los dos ó tres meses de frío. Si vivimos en Burgos y queremos salir una media de 2 ó 3 días en semana, probablemente nos resulte rentable gastarnos dinero en un buen maillot largo de invierno. Pero si vivimos en Málaga o en Huelva, quizás sólo tengamos un día en todo el invierno en el que vayamos a necesitarlo, por lo que podemos apañarnos con unas perneras de calidad. También es importante nuestras sensaciones. Al igual que sucede en el running, hay gente a la que le resuelta realmente incómodo practicar deporte con pantalón largo. En cualquier caso, ten en cuenta que la sensación térmica que se experimenta en las piernas cuando llevas 2 horas encima de la bicicleta con un maillot corto en invierno no es precisamente agradable. Salvo que vivas en una zona donde los inviernos son suaves y la temperatura no suele bajar de 10 grados, lo más recomendable es salir en bicicleta con las piernas cubiertas. Las tres maneras más habituales de hacerlo son las siguientes:

Usar perneras y calentadores de rodillas

De la misma forma que para los brazos podemos usar manguitos, para las piernas existen las perneras, que se pueden complementar con calentadores de rodillas. Estos últimos son una especia de rodilleras que se ajustan en la articulación. Una ventaja de esta opción es que no necesitas comprarte un maillot largo específico de invierno y os saldrá más económico. Sin embargo, es importante que las perneras sean de calidad para que se ajusten a la pierna de forma cómoda sin que se muevan ni compriman en exceso. También es importante que sean de un material específico para practicar ciclismo. Si usas perneras de algodón el sudor no se evaporará correctamente. La sensación de pedalear con las piernas empapadas en sudor, especialmente en la zona trasera de la rodilla, no es agradable. Como desventaja, la mayoría de perneras están pensadas para cubrir la piel, pero no para aislar completamente del frío exterior. Es decir, en los días frescos del otoño resultan muy prácticos, pero en diciembre a 3 grados y con viento seco es preferible cualquiera de las siguientes dos opciones.

Ponerse mallas largas debajo del culote corto

Al igual que algunos ciclistas prefieren llevar una camiseta térmica de manga larga debajo del maillot, también los hay que para la parte de las piernas optan por ponerse unas mallas largas debajo del culote corto. Al igual que en el caso anterior, la principal ventaja es que no necesitamos comprar un culote largo y podemos seguir usando los mismos colotes cortos que vestimos en primavera y verano. Siempre será más económico adquirir unas mallas interiores que un culote de invierno. Esta opción puede resultar más práctica en invierno que el uso de perneras y/o calentadores de rodillas. Sin embargo, como todo, no está exenta de desventajas. La principal es la comodidad. Cuando haces rutas o salidas largas no se recomienda llevar ropa interior debajo del culote para evitar el roce de las costuras. Si te pones unas mallas, por muy finas que sean, ya estás añadiendo una capa textil entre tu piel y el culote, por lo que se pueden producir rozaduras. Además, no resulta práctico en el caso de que tengas que parar para ir al servicio.

Usar un culote largo de invierno

Seamos sinceros: de todas las prendas de ropa específicas para practicar ciclismo el culote largo es una de las más incómodas. Pedalear durante 3, 4 ó 5 horas con las rodillas cubiertas no es agradable. Sin embargo, si vives en una zona donde el invierno no es precisamente suave y las temperaturas rara vez suben de los 5 grados, el culote largo es la mejor opción. Existen diferentes tipos de culotes para invierno dependiendo de las condiciones climáticas para las que estén diseñados. Puedes encontrarlos más finos o más gruesos, en función del grado de aislamiento que ofrezcan ante el viento y de su eficiencia para mantener la temperatura en las piernas. Al final todo depende de si sales en bicicleta en una zona más fría u otra, y de tu nivel de tolerancia a la sensación de frío en las piernas. Independientemente de que elijas un colote largo más fino o más grueso, sí es importante que tenga un alto grado de elasticidad y las costuras sean planas, para que se ajuste bien al movimiento de doblar y extender las piernas sin provocar roces incómodos, especialmente en la zona de las rodillas. También es importante que el tejido sea transpirable, sobre todo en la parte que están en contacto con la espalda, para que el sudor no se acumule y se pueda evacuar bien.

Cómo proteger los pies del frío

Hay dos partes del cuerpo donde el frío se hace notar de una manera más intensa cuando salimos en bicicleta durante los meses de invierno: las manos y los pies. Las bajas temperaturas pueden llegar a entumecer los dedos, lo cual no sólo nos dificulta seguir pedaleando, sino que nos aporta una sensación de sufrimiento que no es necesario padecer. No olvidemos que de lo que se trata cuando salimos en bicicleta es de disfrutar de nuestro deporte favorito. Descuidar los pies en invierno puede llevarnos a sufrir un episodio de congelación parcial de los dedos o padecer un eritema pernio, lo que cómunmente se conoce como sabañones. Los vasos capilares de los dedos del pie son muy sensibles al frío y una exposición continua al viento o a las bajas temperaturas provoca que se inflamen, lo que nos genera dolor y limita los movimientos. Existen tres prendas de ciclismo básicas para proteger los pies cuando salimos en bicicleta en invierno:

  • Los calcetines
  • Las zapatillas o botas
  • Los cubrebotas

👉 Cinco cosas que debes saber sobre los calcetines de ciclism

Al igual que tenemos maillots de manga corta y de manga larga, y culotes cortos y largos, también existen en el mercado calcetines específicos para usar en invierno. Suelen ser más gruesos y en algunos casos los hay incluso impermeables, aunque esta última característica solo tiene una utilidad real si salimos en bicicletas por zonas nevadas o con una alta humedad. Los calcetines de ciclismo para invierno tienen que cumplir una doble función. La primera es aislar la piel del frío exterior, esto es, que los pies estén calentitos y no suframos entumecimiento de los dedos por bajas temperaturas. La segunda función es mantener los pies secos, por lo que es conveniente que el tejido sea transpirable para que pueda evacuar el sudor.

¿Es necesario tener unas zapatillas de invierno?

Además de calcetines, en el mercado también puedes encontrar zapatillas de ciclismo y botas de mountain bike específicas para su uso en invierno. ¿Es recomendable tener un par? Depende del frío que haga en la zona donde vives y entrenas y, especialmente, del tipo de ciclismo que practiques. Si sales en bicicleta en una zona donde los inviernos son suaves y no excesivamente fríos, puede ser suficiente con ponerte unos cubrezapatillas. Este tipo de accesorio es una especie de calcetín que se pone por encima de la bota parar aislarla del viento y de la humedad. De esta forma puedes seguir usando el mismo calzado que llevas en verano. En el ciclimo de carretera, además, ofrecen una ventaja aerodinámica, aunque esto no lo vas a notar salvo que seas un competidor en pruebas de larga distancia contra el crono. Si practicas ciclismo de montaña, especialmente enduro, es preferible comprar un calzado de invierno antes que un cubrebotas. ¿Por qué? Porque en el ciclismo de montaña el roce de las botas con arbutos y ramas es frecuente. Además, en invierno las sendas, pistas y caminos de montaña suelen estar húmedos y se acumulan charcos y barro. Y solemos poner el pie a tierra con mayor frecuencia. Esto se traduce en que los cubrezapatillas terminan arañándose o rasgándose en pocas salidas. Las botas de mountain bike para invierno ofrecen una mayor protección contra impactos y roces. Además, suelen ser más altas, cubriendo hasta el tobillo para aislar mejor el pie de posibles entradas de agua. Pero independientemente de que practiques ciclismo de montaña o de ruta, si vives en una zona de inviernos fríos, lo más probable es que necesites un calzado específico para esta estación. La explicación es sencilla: si tus zapatillas o botas de verano son muy ajustadas, no podrás ponerte calcetines gruesos. Por eso es frecuente que algunos ciclistas usen una talla más de zapatilla en invierno de la que usan durante el resto del año.

Uso de guantes para ciclismo en invierno

Una de las incomodidades más frecuentes que sufrimos los ciclistas cuando salimo en bicicleta durante los meses de invierno es que se nos hinchen los dedos. Las manos, al igual que los pies, son muy sensibles al frío. De ahí la importancia de usar guantes. Si sales a hacer rutas cortas o en zonas no excesivamente frías, unos guantes finos básicos pueden ser más que suficientes, aunque es importante que sean de un material transpirable para que no se acumule el sudor. Sin embargo, si haces rutas largas, de más de 2 horas, o vives en zonas donde los termómetros en invierno no suben de los 5 ó 6 grados, es recomendable ponerse unos guantes gruesos. Y es importante que sean guantes específicos para ciclismo. Un error frecuente es usar guantes de montaña ni de lana. Sí, los guantes de montañismo son gordos, protejen del viento y en caso de lluvia aislan del agua. Sin embargo, en el ciclismo es muy importante que cualquier elemento que llevemos en las manos nos garanticen un buen tacto con las manetas. Que se te resbale el dedo a la hora de frenar o que te cueste accionar los mandos de cambio porque los guantes que llevas no tienen buen agarre puede ser la diferencia entre acabar la ruta de forma segura o sufrir un desafortunado (y evitable) accidente.


Cómo proteger la cabeza

Hasta ahora no lo hemos comentado, pero sobra decir que ya sea invierno o verano, haga calor o frío, llueva o luzca el sol, el casco es un accesorio obligatorio e imprescindible. En lo que respecta a este artículo, el mercado aún no ha impuesto la necesidad de tener un casco específico de invierno. Para proteger la cabeza del frío existen otros accesorios y prendas que cumplen perfectamente con esta función. Éstos son los que te recomendamos:


Bragas de cuello

El cuello es una zona del cuerpo muy sensible a los cambios de temperatura. Hay ciclistas que prefieren salir a entrenar o de ruta con el cuello desnudo por una cuestión de sensaciones. Sin embargo, es importante proteger la garganta de frío, el agua y el viento. La mejor opción es comprarse una braga de cuello para ciclismo. Las hay de diferentes grosores, en función del frío que haga en la zona por donde sales en bicicleta habitualmente. Una braga fina nos protegerá del viento, pero si lo que queremos es evitar que el frío nos cale en el garganta, es mejor tener dos: una fina y otra más gruesa. No la compres de lana o algodón, porque a medida que sudes generará un efecto sauna. Lo mejor, como cualquier otra prenda de ciclismo, es que sea de un tejido transpirable.


Pasamontañas, gorros y badanas de invierno

Para los días de frío intenso, cuando el termómetro se acerca o baja de los cero grados, una braga de cuello puede ser insuficiente. En estas circunstancias tienes dos opciones:
  • Ponerte un gorro para ciclismo junto con la braga de cuello
  • Ponerte un pasamontañas o sotocasco
Los gorros o badanas de invierno aislan la parte superior de la cabeza del frío y en algunos casos ejercen también una función impermeable en caso de lluvia. En cuanto al pasamontañas, su ventaja es que cubre por completo tanto la cabeza como el cuello, por lo que evita llevar otros accesorios como puedan ser la braga o una cinta para proteger las orejas. Por contra, a algunos ciclistas les resulta muy incómodo llevar la cabeza tan tapada. Tanto si prefieres llevar pasamontañas, gorro o badana de invierno para la cabeza, en ningún caso estos elementos sustituyen al casco y es recomendable que no sean excesivamente gruesos precisamente para poder llevarlos de manera cómoda debajo del casco.


Orejeras o cintas de cabeza

Una parte del cuerpo que a menudo nos olvidamos de proteger cuando salimos en bicicleta en invierno son las orejas. Si hace aire o la temperatura es muy baja los oídos se convierten en una puerta de entrada del frío y son frecuentes las infecciones tanto de oído como de garganta que tienen su origen en practicar deporte a bajas temperaturas durante un tiempo prolongado con las orejas al aire. Con un pasamontañas llevarás las orejas cubiertas. Si no quieres llevar pasamontañas hay dos opciones recomendables:
  • Una gorra de invierno con extensión lateral para las orejas.
  • Una cinta ancha para la cabeza que cubra las orejas.
Las cintas de cabeza u orejeras de ciclismo tienen que ser de un material textil fino, para poder ponernos el casco con comidas. Por eso no es aconsejable usar orejeras de esquí. En situaciones de frío intenso puede ser recomendable comprar una face warmer o máscara de ciclismo para invierno. Es un accesorio que cubre tanto las orejas como la nariz y la boca y nos facilita respirar dentro de la máscara para evitar que el frío entre en los pulmones. Algunos pasamontañas cuentan con función de face warmer.


Otros consejos que debes tener en cuenta

El principal consejo a la hora de comprar ropa de invierno para practicar ciclismo es que todas las prendas sean específicas para este deporte. No sólo por la funcionalidad que ofrecen, sino porque será más cómodo y práctico llevarlas en la mochila o en el bolsillo del maillot en previsión de que el tiempo empeore. No debemos olvidar que estaremos de 2 a 5 horas por término medio encima de la bicicleta y las condiciones climáticas pueden variar en este lapso de tiempo. Por ejemplo, si salimos muy pronto por la mañana hará más frío que cuando regresemos y es posible que necesitemos guardar la chaqueta en el camino de vuelta. A la hora de elegir qué ropa llevar, no temas echar alguna prenda de más tanto en las capas que te pongas en el cuerpo como en los bolsillos del maillot. En invierno siempre es mejor pecar de pasar calor que pecar de pasar frío y resulta más óptimo tener que quitarte el chaleco o el cortavientos en mitad de la ruta y gardarlo en el bolsillo del maillot que echarlo en falta y pasarte lo que queda de la salida tiritando de frío. Otro detalle que no debes perder de vista es el de los colores. La ropa ciclista de invierno suele ser de color oscuro, ya que de esta forma se capta más radiación de los rayos del sol. Pero siempre es necesario que tengan algún elemento reflectante o que alguna de las prendas tenga colores llamativos, sobre todo si practicas ciclismo en ruta. En invierno la luminosidad es menor y anochece antes. Es importante que los conductores puedan vernos desde lejos. Por último, ¿es necesario llevar siempre puestas todas la capas y prendas con las que salgas de casa? Rotundamente, no. La ventaja de vestirse por capas es que puedes quitarte la última o agregar una nueva en función de la sensación térmica que tengas, del viento, de la lluvia o simplemente del momento de la ruta. Por ejemplo, cuando vas muy abrigado (camiseta térmica, maillot largo y chaqueta), muchos ciclistas de carretera se abren las cremalleras de la chaqueta y el maillot cuando suben un puerto de montaña. Lo que buscan con ello es evitar sudar en exceso para no quedarse healdos durante el descenso.

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