Elegir la transmisión correcta es uno de los principales decisiones a la hora de
comprar una bici de gravel. La transmisión monoplato (1x) es ya un estándar en MTB. ¿Qué ocurre entonces en el caso de las bicicletas de gravel? En esta cuestión, como en tantas otras ligadas al ciclismo, no existe una verdad absoluta. Todo depende… Depende del terreno por el que quieras realizar tus rutas, depende de tu presupuesto, depende de tu forma de pedalear, depende de tus sensaciones…
Lo bueno es que todas las marcas disponen de una amplia oferta para montar tu bici de gravel con la transmisión más adecuada. Shimano y SRAM cuentan con grupos específicos de gravel que ofrecen la doble opción 1x y 2x. No ocurre así con Campagnolo, donde su grupo específico (Ekar) monta sólo 1x.
El diseño de un plato concebido para transmisiones 1x es muy diferente al empleado en las transmisiones de doble plato (2x). Si te fijas bien, sus dientes son más profundos y se combinan en dos anchuras diferentes. Se alternan en la circunferencia del plato para engranar mucho mejor con los eslabones estrechos y anchos de la cadena. Un sistema superefectivo que evita que la cadena salte.
Por lo tanto, y si alguna vez te lo has preguntado, eliminar el desviador de una transmisión de doble plato no cumpliría como lo hace una transmisión monoplato específica; simplemente, no son platos preparados para ello y la cadena saltaría continuamente.
También debemos hacer referencia al cassette, que en este tipo de transmisiones cuenta con un mecanismo para evitar que la cadena
baile en exceso. Todo esto contribuye a que el mecanismo sea robusto.
En cuanto al doble plato, poco se puede decir de un mecanismo que lleva entre nosotros 70 años. Obviamente, es más complejo, ya que cuenta con un desviador, una maneta de cambio específica, el correspondiente cableado, etc…
Cómo influye el doble plato en una bicicleta de gravel
Posiblemente, la mayor ventaja viene determinada por la cantidad de multiplicaciones, que permite contar con un rango de velocidades variado; en principio, el doble. Pero eso en teoría, ya que no es exactamente así. Existe un cierto solapamiento entre marchas. A priori, una transmisión de doble plato con un cassette de 11 coronas daría como resultado 22 velocidades diferentes. Sin embargo, eliminando duplicidades, esta cifra se quedaría en 14, no tan lejos de las 11 que proporcionaría la misma transmisión monoplato. Puede parecer lo contrario, pero es la realidad.
Es interesante subrayar que el salto al cambiar de marcha resulta mucho más suave que en una transmisión con monoplato. Esto es algo que se agradece cuando tus rutas de gravel discurren por terreno favorable, tanto en pista como en tramos de carretera. Son circunstancias en las que buscarás una cadencia constante, con sensaciones que recuerdan a las de una bicicleta de carretera.
Tampoco deberás preocuparte demasiado ante pendiente pronunciadas o al circular por senderos o terreno más técnico, siempre que escojas un plato pequeño enfocado a este tipo de esfuerzos. Pongamos, por ejemplo, que optas por un doble plato de 48-31. Con una elección de cassette generosa podrás subir casi cualquier cosa.
Dicho eso, ¿existen razones para escoger una transmisión monoplato? ¿No es acaso algo contradictorio?
Cómo influye el monoplato en una bicicleta de gravel
En tiempos en los que menos es más y donde el diseño cuenta tanto, el monoplato resulta estéticamente más atractivo. No hay que despreciar esta cuestión, aunque quizás no sea la más crítica.
Vayamos con cuestiones relativas al rendimiento.
En primer lugar, la transmisión 1x contribuye a la ligereza de la bicicleta, ya que desaparece el desviador y uno de los platos, entre otros componentes. No será algo determinante, apenas 200 o 250 gramos menos en la báscula, pero todo cuenta.
Otra cuestión importante es que eliminar el desviador delantero permite montar cubiertas más anchas. Esto marca una diferencia, incluso, con respecto a transmisiones 2x específicamente enfocadas al gravel. Es el caso, por poner un ejemplo, del grupo Shimano GRX. Su doble plato está ligeramente desplazado hacia fuera para poder montar ruedas anchas, pero pierde la partida frente a las transmisiones 1x, limitando la anchura máxima a 42 mm.
Algunas marcas han tratado de combatir esta cuestión modificando la geometría de algunos modelos de gravel con vainas más largas, que permitan montar neumáticos sobredimensionados aun con doble plato. Pero es una cuestión compleja, ya que el comportamiento de la bici cambia. Cuando más larga sea la bici en la parte trasera, más estable y menos ágil. Tenlo en cuenta.
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Grupo Ekar, el específico de Campagnolo para gravel. Imagen: Campagnolo.[/caption]
Otra de las ventajas de la transmisión monoplato es que sólo requieren una maneta de cambio, en la parte derecha del manillar. Al quedar libre la parte izquierda, existe espacio para incluir avances propios de las bicis de montaña, como la palanca para controlar la tija telescópica, en los casos de bicis de gravel con este dispositivo.
Hablemos ahora de multiplicaciones. ¿Cómo funciona si eliminas la mitad de la transmisión delantera?
Primero necesitarás un cassette con un rango de velocidades lo más amplio posible. En especial, por arriba, para no tener problemas al enfrentar cualquier
muro que se tercie. Seguro que no querrás arrastrar tu bici cuesta arriba por falta de desarrollo.
Supongamos que cuentas con un cassette 11-42 combinado con un plato de 42 dientes. En tal caso, podrás asegurarte dar pedales hasta velocidades en torno a los 60 km/h. Por tanto, no debieras preocuparte por ese lado.
En cuanto al salto entre marchas, sí que puede llegar a resultar un tanto incómodo puntualmente; sobre todo, en carretera y al rodar en grupo. Fuera del asfalto, las velocidades suelen ser más bajas y los accidentes del terreno son mayores. Por eso, el salto entre marchas no sólo deja de suponer un problema, sino que puede resultar hasta una ventaja, ya que así evitamos perder el tiempo (y el ritmo) cambiando de piñón en piñón hasta dar con la combinación más cómoda.
Otro asunto relevante en las transmisiones 1x es que la cadena sufre más. Desde un mismo punto, se ve obligada a cruzarse más de la cuenta para engranar en todos los piñones. Se han diseñado modelos más estrechos y flexibles para paliar esta cuestión, pero el desgaste es más rápido que en las transmisiones 2x.
¿Qué transmisión elegir para gravel?
Dicho todo esto, ¿cuál es la elección ideal para tu bici de gravel? Pues como hemos apuntado al principio, depende. La elección perfecta es la que se adapta mejor a tus necesidades, a tus condiciones y a tus rutas.
Si menos del 50% de tus recorridos discurre por pistas o caminos, entonces una transmisión 2x puede ser más adecuada. Ofrece un rango amplio que te permitirá, teóricamente, ir rápido en terreno favorable y afrontar pendientes pronunciadas con garantías.
Si, en cambio, prefieres una bici de gravel más
pura con capacidad para montar neumáticos superanchos, si amas la simplicidad, si buscas reducir algo de peso y adoptar un sistema algo más robusto, entonces el monoplato puede ser tu elección perfecta.