En los últimos tiempos, las bicicletas eléctricas de carretera han ganado en popularidad. En especial, gracias al lanzamiento de modelos que apenas se diferencian, estéticamente, de bicis convencionales sin asistencia. A esta tendencia se ha sumado también el segmento Gravel, que ofrece buenas alternativas. Si recuerdas, no hace tanto con las eléctricas eran terreno más propio de las MTB y las bicis híbridas o urbanas.
Como en toda máquina de Carretera de gama alta que se precie, la obsesión por el peso es constante. De ahí el diseño de bicicletas en carbono, con ruedas y componentes ligeros. Pero ello sin sacrificar las prestaciones del sistema eléctrico, que es el elemento fundamental en este caso.
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Indiscutiblemente, una e-bike de Carretera será siempre más pesada que una bici sin motor. Aun así, podemos dar con modelos por debajo de los 12 kg. No mucho más que algunas bicicletas sin motor y, desde luego, muy por debajo del peso de las bicicletas de montaña con asistencia.
Es preciso acabar con alguna que otra falsa creencia. Una bicicleta eléctrica de carretera sí puede estar diseñada para un manejo deportivo. De este modo, será posible disfrutar en las bajadas, con la ventaja de contar con la ayuda del motor cuando la cosa se complique.
Una característica de las bicicletas de carretera eléctricas es que, a diferencia de las e-bikes de montaña, no existe una tendencia clara en cuanto a la ubicación del motor. Algunos modelos tienen motor central y otros lo sitúan en el buje de la rueda trasera. A priori, un motor central ofrece mejor rendimiento y estabilidad, pero la ligereza de los motores de rueda ha lelado a muchas marcas a optar por esta solución, sacrificando en parte el equilibrio de pesos.
Desde un punto de vista legal, la asistencia del motor se limita a 25 km/h, de acuerdo con la normativa europea. Respetar estos límites es una cuestión de responsabilidad personal. En cualquier caso, es velocidad más que suficiente para subir puertos. De hecho, lo harás más rápido que con una bici de carretera
muscular. En terreno llano, en cambio, tendrás que exprimirte si ruedas en grupeta
a toque de corneta.
Pero vamos a lo que más nos interesa. ¿Cuáles son las mejores bicicletas eléctricas de Carretera para 2023? Existen demasiados modelos que nos gustan y la lista puede ser interminable. Aquí te presentamos cinco de ellas que realmente te van a enamorar.
Scott Addict eRide: control total
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Scott Addict eRide Premium.[/caption]
La flamante Addict eRide de Scott recuerda mucho a su
hermana escaladora sin asistencia al pedaleo: la Addict RC. Cuenta con una geometría muy similar y comparte también el carbono HMX, tan característico de las bicicletas tope de gama de Scott.
En este caso, hablamos de una bicicleta con motor en el buje trasero. En concreto, el modelo Mahle ebikemotion, caracterizado por su tamaño compacto, su peso contenido y, cómo no, por sus altas prestaciones. Un motor que apenas ofrece resistencia cuando está apagado, por lo que las sensaciones son casi idénticas a las de un modelo de Carretera de alta gama convencional.
La batería, totalmente integrada en el tubo inferior, aporta al conjunto una limpieza sobresaliente. La entrega de potencia es suave y modulada en todo momento. Digamos que el ciclista nunca pierde la sensación de control, cosa que no ocurre en otros modelos, en los que el motor parece gobernar la situación.
La eRide viene en varias versiones. La tope de gama (Premium) monta Shimano Dura-Ace Di2, con un manillar y potencia integrados Syncros Creston SL. Las ruedas de carbono son muy ligeras, unas Syncros Capital. El resultado en la báscula. menos de 11 kg. Es difícil encontrar un modelo eléctrico tan liviano en el mercado.
Aquí puedes acceder a las
bicicletas Scott Addict eRide disponibles en Tuvalum.
Bianchi Aria E-Road: superventas de leyenda
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Bianchi Aria E-Road.[/caption]
Si eres un ciclista experimentado y buscas una eléctrica con las mismas prestaciones de un modelo aero de alta gama, estás en el lugar correcto. La solución perfecta si buscas la sensación de estabilidad, la ligereza y la rigidez de una bicicleta de carretera tradicional, pero con una inyección de asistencia cuando más los necesitas.
La Bianchi Aria es una bici ligada con la leyenda del ciclismo. Desde su presentación en el mercado, ha sido una de las bicicletas más populares jamás creadas por el fabricante italiano. El modelo E-Road es su versión eléctrica y comparte con aquella una maniobrabilidad extraordinaria. Comparte también el éxito en ventas, ya que es una de las e-bikes de Carretera más vendidas.
Al igual que la Scott Addict eRide, monta la unidad de motor Ebikemotion X35 de buje trasero. Con su aplicación, obtendrás el máximo rendimiento: permite monitorizar el estado de la batería, controlar la potencia, realizar un seguimiento de tu ruta por GPS, etc. Incluso, una función específica de fitness permite controlar automáticamente el nivel de asistencia eléctrica, de acuerdo con la frecuencia cardiaca.
La batería del sistema tiene una capacidad de 250W/h. Podría parecer escasa, pero el peso liviano del conjunto y la eficiencia del propio motor permiten recorrer una distancia más que respetable. Se oculta dentro del tubo inferior del cuadro, transmitiendo la sensación de que la bici carece de asistencia; al menos, a ojos inexpertos.
El minimalismo es la característica principal de sus sistema eléctrico, que no pasa de los 3,5 kg, incluyendo batería, motor y cableado.
A pesar de su querencia hacia la velocidad, la Aria se maneja bien en terreno accidentado, gracias a sus neumáticos de 28 mm.
Lo mejor que podemos decir de esta Aria es que funcionaría a las mil maravillas como bicicleta no asistida.
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bicicletas eléctricas de Carretera disponibles en Tuvalum.
Cannondale Synapse Neo SE: huyendo del asfalto
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Cannondale Synapse Neo SE.[/caption]
Si lo tuyo es huir de la carretera y disfrutar de aventuras interminables lejos del asfalto, la Cannondale Synapse Neo SE es una elección fantástica. Quizás asocies la Synapse a un formato
Endurance, pero montada con ruedas 650b y cubiertas de 40 mm o más, el modelo Neo SE es una bici de Gravel con todas la letras.
De hecho, es una de las mejores bicis eléctricas de la categoría. Viene equipada con los mejores frenos de disco hidráulicos SRAM Apex, que destacan por una frenada suave en terreno deslizante. Es su versatilidad y rendimiento en todo tipo de condiciones climáticas lo que le da a la bicicleta su lugar entre las mejores e-bikes de su segmento.
Por supuesto, esto no implica un rendimiento sobre el asfalto limitado. Al contrario. Pero sí es cierto que precisamente su voracidad en caminos y pistas la convierten en ese
oscuro objeto del deseo. Un excelente motor Bosch aporta asistencia más que suficiente, incluso en modo Eco.
Para un ciclista medianamente entrenado, pensar en una autonomía por encima de los 100 km
off-road no parece algo descabellado. Por último, recordemos que Cannondale también ofrece la nueva Topstone Neo como e-bike 100% enfocada a la modalidad de Gravel.
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Orbea Gain Carbon: la pionera
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Orbea Gain Carbon M10.[/caption]
La Orbea Gain fue una de las primeras e-bikes de carretera con un diseño alejado del aspecto voluminoso que tradicionalmente ha caracterizado a las bicicletas eléctricas. Una gran ventaja de es la cantidad de modelos disponibles: una de las gamas más extensas del mercado.
Pero en este caso, vamos a centrarnos en su versión en carbono. En 2021, Orbea lanzó una actualización del cuadro y especificaciones tomadas de su modelo aero OMX. La distancia entre ejes se incrementó en 40 mm, los cables pasaron a enrutarse por dentro del cuadro y el peso se redujo por debajo de los 11,8 kg.
El resultado, un diseño muy bien integrado.
Su objetivo era fabricar una bicicleta de asistencia eléctrica con un aspecto lo más deportivo posible, y damos fe de que lo ha conseguido. En especial en su última entrega: la Carbon M10.
La Gain lleva siempre encendida la luz delantera y la trasera. Es una máquina de manejo fluido, incluso con el motor apagado.
Según el fabricante, se ha ajustado la entrega de potencia para que la sensación resulte muy similar a la de manejar una bicicleta sin motor.
La limpieza de líneas es una de las notas más destacadas. Un sutil botón montado en el tubo superior, junto al tubo de dirección, permite cambiar de modo, si bien existen opciones de controles montados en el manillar.
El puerto de carga está justo encima del pedalier, la batería se oculta sigilosamente en el tubo inferior y existe la opción de adquirir el
Range Extender: un cargador que se instala en el portabidones como si fuera un bidón de agua y que permite prolongar la autonomía de la bicicleta.
El motor se ubica en el buje trasero y realmente es complicado detectarlo a simple vista. Orbea ha optado por utilizar el Ebikemotion X35 plus de 250W en toda la gama. Se acciona merced a un sensor de cadencia junto al propio buje. Una aplicación permite configurar y controlar el sistema, así como obtener información sobre la actividad realizada, cargar rutas GPS y otras funcionalidades.
La gama Gain Carbon oscila entre 11 y 13 kg, dependiendo de las especificaciones. El cableado es minimalista e interno en su mayor parte. Viene con cuatro posibles montajes: La Gain M30 (Shimano 105), la M20 (Ultegra R8000), la M20i (ya con componentes Di2) y la M10 (con componentes Dura-Ace).
Toda la gama monta ruedas Mavic Aksium Elite Disc UST, excepto la M10, que viene con Mavic Cosmic Pro Carbon Disc UST.
Para hacer la Gain aún más versátil, es posible montar la mayoría de los neumáticos de 40 mm, ya sea con cámara o tubeless.
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Trek Domane+ SLR: peso pluma
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Domane+ SLR 9 eTap.[/caption]
La bicicleta eléctrica de carretera más ligera creada nunca por Trek. Ahí queda eso.
La Trek Domane+ SLR es la última bicicleta eléctrica de carretera de la marca estadounidense. La tienes disponible en seis montajes diferentes. Los modelos equipados con SRAM vienen con neumáticos de 40 mm, que son la norma en las bicis de Gravel. Todos ellos comparten el cuadro de carbono Trek OCLV Serie 800. ¿Ligero? ¡Ligerísimo! El modelo tope de gama se queda en menos de 12 kg,
Cuenta con un motor ubicado en el pedalier muy compacto y una batería de 360 Wh. Todo, de la firma alemana TQ. El resultado, una experiencia de conducción eléctrica supersuave y sorprendentemente silenciosa. Al confort de marcha contribuye el característico IsoSpeed trasero de Trek, cuya misión es absorber las irregularidades de la carretera.
La Domane+ SLR es más ligera que la Trek Domane LT, un escalón inferior, y está dotada de una geometría algo menos agresiva. A diferencia de aquella, la batería no es extraíble.
El fabricante estima una autonomía de 100 km en
modo eco y la batería se carga por completo en 2,5 horas. Existe la opción de prolongar la asistencia gracias al range extender, que se vende por separado a un precio aproximado de 600 euros. Se instala en el portabidones del tubo del sillín.
Una pantalla LCD se integra perfectamente en el tubo superior. Igualmente integrados se han dispuesto los botones de modo en las manetas del cambio. Todo contribuye a percibir la bici como si se tratara de un modelo convencional.
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