Cada segundo se fabrican en el mundo cinco bicicletas. Dicha así, la cifra puede parecer abstracta. Para ponerla en perspectiva, basta compararla con la producción anual de automóviles: por cada coche que sale al mercado, se fabrican casi tres bicicletas. Este dato refleja un crecimiento imparable en la industria del ciclismo durante las últimas décadas.
Hace apenas 50 años, en 1965, la producción mundial de coches y bicicletas era prácticamente la misma: alrededor de 20 millones de unidades cada uno. Sin embargo, mientras la fabricación de automóviles ha aumentado a un ritmo constante, la producción de bicicletas ha experimentado un auge mucho más notable. En 2003 se superaron los 100 millones de unidades fabricadas, y para este año se estima que se venderán más de 130 millones de bicicletas en todo el mundo.
Este fenómeno no solo afecta a las bicicletas urbanas. El crecimiento incluye tanto las bicicletas de carretera, utilizadas para el ciclismo deportivo y de larga distancia, como las bicicletas de montaña, cada vez más populares entre quienes buscan aventura en entornos naturales o senderos técnicos.
Actualmente, se calcula que hay más de mil millones de bicicletas en circulación en todo el planeta, según datos recopilados por Worldometer. De ellas, aproximadamente la mitad están en China. El gigante asiático no solo lidera como principal productor —más del 60% de las bicicletas del mundo se fabrican allí—, sino que también representa un mercado cambiante. A pesar de su liderazgo en fabricación, el uso de la bicicleta en zonas urbanas chinas ha descendido: del 33% de los desplazamientos en 1995 al 20% actual.
Un dato curioso es que el 86% de las bicicletas vendidas en Estados Unidos provienen de China, lo que demuestra el peso de la producción asiática incluso en mercados occidentales.
¿Y qué lugar ocupa España en este mapa mundial del ciclismo? Según Worldometer, nuestro país se sitúa en el puesto número 13, con cerca de 7 millones de bicicletas en circulación(Visto originalmente en Brujulabike). Este número incluye tanto a ciclistas que usan bicicletas de montaña para rutas de fin de semana o competiciones de XC, como a quienes eligen las bicicletas de carretera para entrenamientos de fondo y eventos cicloturistas.
