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La increíble historia de Graeme Obree, 'el escocés volador'

La increíble historia de Graeme Obree, 'el escocés volador'

Graeme Obree: el ciclista amateur que rompió récords con una bicicleta hecha de piezas de lavadora

¿Puede un ciclista amateur batir el récord de la hora y ganar dos medallas de oro en los Mundiales de ciclismo de persecución con una bicicleta fabricada a partir de piezas de una lavadora?

Por sorprendente que parezca, eso fue lo que consiguió en la década de 1990 Graeme Obree, apodado 'el escocés volador'. Esta es su historia.

Graeme Obree: los inicios del 'escocés volador'

Douglas Graeme Obree era un ciclista amateur que vivía en Escocia, donde regentaba una tienda de bicicletas desde la que se dedicaba a fabricar cuadros de manera totalmente personalizada. Su obsesión era diseñar el cuadro más eficiente en términos aerodinámicos. Naturalmente, no tenía a su favor túneles del viento, ni simulaciones por ordenador, ni realizaba complejas ecuaciones para calcular la resistencia del aire. Él se basaba en su propia experiencia y en las pruebas de ensayo y error que realizaba con la bicicleta en pruebas de contrarreloj y carreras de aficionados.

Por cierto, en la primera carrera en la que participó lo hizo equipado con un anorak y las botas que utilizaba en su día a día. Además, se equivocó al pensar que la línea de salida y la de meta eran la misma. Cuando apenas le quedaban 100 metros para finalizar la prueba, se bajó de la bicicleta pensando que ya había terminado. Mientras ya se cambiaba para irse a duchar, los comisarios de la carrera corrieron a decirle que la línea de meta se encontraba unos metros más adelante. Obree tuvo que volver a subirse a la bicicleta para finalizar la prueba.


Photo credits: cycling-passion.com

La gran idea: batir el récord de la hora

En 1993, ante los malos resultados económicos de su tienda, decidió que su próximo reto sería intentar batir el récord de la hora. Un ciclista amateur, sin registros internacionales conocidos, queriendo establecer un nuevo récord mundial. En aquel entonces, el récord de la hora llevaba 9 años en manos del italiano Francesco Moser, quien en 1984 había superado el anterior registro, cuyo dueño era nada menos que Eddy Merckx. Moser, además, contaba con un palmarés sensacional:

  • 3 podios en el Mundial de ciclismo en ruta, incluido el maillot arcoíris en 1977.
  • 1 medalla de oro y otra de plata en los mundiales de ciclismo en pista, en persecución individual.
  • 1 Giro de Italia (1984).
  • 3 París-Roubaix.
  • 2 Giros de Lombardía.
  • 1 Milán-San Remo (1984).
  • 1 Flecha Valona.
  • 4 veces ganador de la Regularidad en el Giro de Italia.

Graeme Obree, sin embargo, era un desconocido no sólo entre los profesionales y miembros de la UCI, sino también entre los aficionados. Aun así, estaba decidido a batir un nuevo récord de la hora.

Old Faithful: la bicicleta con piezas de lavadora

Para preparar su asalto al récord, Obree comenzó a diseñar un nuevo cuadro de bicicleta. Pese a no contar con un equipo de ingenieros ni con un fabricante que lo patrocinara, empezó a realizar cambios en el cuadro a partir de sus sensaciones en los entrenamientos. Un día, observando el centrifugado de la lavadora, se le ocurrió que los rodamientos del electrodoméstico podrían mejorar el rendimiento de su bicicleta. Así nació la famosa Old Faithful.


Photo credits: clarin.com

Además, Obree introdujo innovaciones como un manillar corto y la fijación de las zapatillas a los pedales. Estrechó el pedalier para acercar las bielas al cuadro y reducir la resistencia aerodinámica. Su postura, conocida como "the Tuck", se inspiraba en los esquiadores, quienes doblan los codos y se encorvan para minimizar la fricción con el aire. Gracias a esta posición, Obree logró reducir la resistencia en un 15%.

La aerodinámica que Obree optimizó en su bicicleta es un factor clave tanto en las bicicletas de carretera como en las bicicletas de triatlón, donde cada segundo cuenta en competiciones contrarreloj y largas distancias.

Récord al segundo intento

El 16 de julio de 1993, Graeme Obree se lanzó a por el récord de la hora en el velódromo de Vikingskipet, en Hamar, Noruega, pero se quedó a menos de 1 kilómetro de conseguirlo. A pesar de fallar, al haber alquilado el velódromo por 24 horas, decidió intentarlo nuevamente al día siguiente. A las 8:00 am, sin apenas haber dormido, Obree consiguió batir el récord, estableciendo un registro de 51,596 kilómetros. Superó la anterior marca de Moser, de 51,151 kilómetros.

El duelo con Chris Boardman

A pesar de la gesta de Obree, su alegría duró poco. El 23 de julio de 1993, su compatriota Chris Boardman le arrebató el récord por 674 metros en el velódromo de Burdeos. Boardman, campeón olímpico en persecución, contaba con una bicicleta de alta tecnología, respaldada por patrocinadores. Sin embargo, Obree no se dio por vencido. Ese mismo año, en el Mundial de ciclismo en pista, derrotó a Boardman en persecución individual, proclamándose campeón del mundo.

Nuevo récord de la hora y la polémica con la UCI

En abril de 1994, Graeme Obree intentó de nuevo batir el récord de la hora, esta vez en Burdeos. Lo logró, estableciendo un nuevo registro de 52,713 kilómetros, que sería batido meses más tarde por Miguel Induráin. La postura innovadora de Obree comenzó a llamar la atención de otros ciclistas. Francesco Moser intentó batir el récord de la hora en 1994 utilizando la misma posición, aunque sin éxito. Ante estas innovaciones, la UCI decidió prohibir la Old Faithful y las posturas aerodinámicas extremas como "the Tuck".


Photo credits: geograph.org.uk

El segundo Mundial con la postura del 'Superman'

Lejos de rendirse, Obree continuó innovando. En el Mundial de 1995, adoptó la postura conocida como "Superman", con los brazos completamente estirados. Esta nueva posición le permitió ganar su segundo campeonato del mundo en persecución individual. Sin embargo, la UCI volvió a prohibir la postura, alegando motivos de seguridad. Después de aquello, Obree no volvió a competir en ningún Mundial, aunque conquistó algunos títulos nacionales, incluyendo el campeonato británico de contrarreloj en 1997.

El indulto de la UCI

La historia de Graeme Obree es una de las más fascinantes en la historia del ciclismo. Un ciclista amateur que, con una bicicleta fabricada por él mismo, batió el récord de la hora y se proclamó dos veces campeón del mundo. Su bicicleta Old Faithful se exhibe en el Museo Nacional de Escocia, y en 2014, la UCI restauró sus títulos internacionales. La vida de Obree fue llevada al cine en la película "El Escocés Volador" en 2006.

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