Está de moda, es algo innegable. Las pruebas de cilismo de montaña por etapas han crecido en número y en popularidad los últimos años. por ello creo interesante comentar mi experiencia con Bikineros, centrando el tiro en lo vivido en las siguientes pruebas:
Si bien es cierto que algunas suponen un gran desembolso, son un pequeño lujo que hoy en día los aficionados al ciclismo nos permitimos una o dos veces al año, considerándolo como unas pequeñas vacaciones, ya sea con amigos o con familia.
No olvidemos que estas pruebas, cada vez más, tienen en cuenta a los familiares, y por ello se organizan actividades paralelas para que los más pequeños también disfruten del evento.
En mi caso, en el último año he participado en cuatro pruebas de marathon por etapas:
- Vuelta a León 2018 (3 etapas)
- Catalunya Biker Race 2018 (3 etapas)
- Caballero Negro Epic Race 2019 (4 etapas)
- Costa Atlántica MTB Tour 2019 (3 etapas)
¿Cómo prepararse para afrontar una prueba de este tipo? ¿Qué hay que tener en cuenta para dar el salto de las marchas y rutas cortas de 1 día a las largas jornadas de marathon?
Éstas son mis recomendaciones si te estás planteando incluir este tipo de pruebas en tu calendario de competiciones:
El entrenamiento de súper compensación
Lo primero es estar seguro de poder afrontar una prueba de estas características. Se trata de etapas exigentes. Muchos ciclistas se fijan únicamente en los números de distancia y desnivel acumulado.
Pero detrás de los kilómetros recorridos y los metros ascendidos las pruebas de marathon esconden tramos técnicos que no siempre están al nivel de todos los participantes. Por ello es necesario conocerse a uno mismo y haber entrenado en condiciones.
Saber que puedes meterte varios días de gran esfuerzo es algo básico, y por ello recomiendo que se consulte a profesionales del entrenamiento para así poder afrontar la prueba con garantía de diversión. Esto es, sin sufrir más allá de lo deseado, y poder así finalizar cada etapa con una sonrisa.
Un entrenamiento muy recomendado es el de súper compensación. Se basa en hacer rutas cada día más largas y más duras, en las que nos apretaremos siempre en los repechos, sosteniendo el esfuerzo durante más tiempo en cada entreno.
Puede que duelan las piernas (confirmo que duelen), pero si realizamos este tipo de entrenamiento durante algunas semanas previas a la prueba seguro que disfrutamos de ésta en mayor medida.
En cualquier caso, conviene contactar con un profesional del entrenamiento ciclista que nos pueda asesorar.
Material necesario para una marathon
No sólo debemos
contar con una bicicleta y buenas piernas. También hace falta material de repuesto. Hay que intentar ser autosuficientes en caso de incidencia mecánica.
Un par de cámaras, una o dos patillas de cambio de repuesto, una cadena, una o dos cubiertas por si rajamos las que montamos en la bici, ropa adecuada para los posibles cambios de tiempo, etc.
Durante tres o cuatro días puede suceder de todo, desde una repentina ola de calor, como nos sucedió en el Caballero Negro Epic Race, a los dos días de lluvia y barro que sufrimos (pero también disfrutamos) en la Costa Atlántica MTB Tour.
En lo que respecta a la ropa, en mi experiencia dos equipaciones completas son suficientes. Conviene añadir un chaleco, manguitos, un chubasquero y dos pares de guantes.
Siempre podemos lavar una equipación y dejarla secando durante la jornada siguiente.
La nutrición en una prueba por etapas
Tanto mi compañero
Eduardo como yo hacemos caso al 100% a los profesionales de Crown Sport Nutrition con el fin de evitar calambres, pájaras u otros problemas que puedan acontecer.
Su recomendación para etapas de más de 3h es:
- Bidón con Isotónico la primera hora.
- A partir de ahí, otro bidón con agua cada hora como mínimo.
- Sales: una pastilla de sales cada 45min.
- Geles y barritas: a partir de la primera hora se comienza por media barrita y cada 45min se va alternando barrita y gel.
- Recovery: al llegar a meta, un batido de hidratos y proteína en cuanto nos sea posible.
A nosotros esta fórmula nos funciona perfectamente. Nada de agujetas, y ningún problema en carrera.
Hay que indicar que no llevamos este guión a rajatabla. Es simplemente una idea general, ya que cada recorrido es diferente, y a veces no te puedes permitir comer una barrita en el momento que toca por la exigencia del terreno.
Viaje y alojamiento
Una prueba de ciclismo de montaña por etapas es un reclamo turístico. Por poner un ejemplo, si vives fuera de Galicia un viaje a la Costa Atlántica MTB Tour es una excusa fenomenal para visitar las Rias Baixas.
En cualquier caso, y más allá de que tengamos intención de alargar el viaje, necesitaremos siempre dos días extra, uno previo a la prueba para el viaje de ida, y otro para la vuelta.
No es necesario en ningún caso apurar el viaje de ida, ya que el dorsal y bolsa del corredor siempre podemos recogerlo la misma mañana de la etapa 1, antes de la salida.
En cualquier caso, aconsejo hacerlo el día anterior para evitar sustos de última hora y poder estar tranquilo. A todos nos ruge el estómago antes de una salida, ¿no?
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El alojamiento es algo muy personal, y desde mi experiencia diría que el
camping es algo que sí hay que vivir, pero sólo en condiciones climatológicas ideales. Con lluvia y baja temperatura se puede convertir en un auténtico infierno.
Por ello puede que nos convenga invertir un poco más de dinero e irnos a un hotel o pensión, incluso un apartamento con algunos amigos, donde poder lavar la ropa, realizar las reparaciones y limpieza que necesitemos en la bici, poder cocinar y descansar agusto.
Tened en cuenta que tras una etapa de 3h a 6h lo normal es estar bastante cansado y todo lo que nos venga de tarde se puede hacer muy cuesta arriba.
Al final son unas vacaciones, así que intentemos disfrutarlas al máximo dentro de lo que nuestro presupuesto nos permita.
En carrera
En estas pruebas suele el nivel de los participantes suele ser muy alto, con multitud de equipos locales e incluso internacionales compitiendo por la victoria. Esto tiene como consecuencia que el pelotón se acelera pronto.
Si bien es cierto que en pruebas de un día puedes apretarte más e ir fuera de punto un buen rato, intentar seguir el ritmo de cabeza en pruebas por etapas es un gran error.
Si tu nivel es acorde al puesto 130 de la general, no luches por el 90 desde la primera etapa, ya que tu cuerpo te lo va a hacer pagar al día siguiente.
Hemos de encontrar nuestro lugar en la prueba y dar el máximo pero siempre teniendo en cuenta lo que nos queda por delante. En este caso no hablamos solo de kilométros, sino de días. Se puede hacer muy largo si no adecuamos el esfuerzo a las exigencias de las etapas.
Conclusiones
Siempre digo lo mismo: hace años me gastaba 500€ en ir a festivales de música, fines de semana con amigos en la playa o planes similares. Ahora, me los gasto en pruebas de ciclismo por etapas. Y soy igual de feliz. Con la edad uno va cambiando de intereses.
Disfrutemos de estos eventos, pero siempre teniendo claras algunas bases y sin entusiasmarnos demasiado. Al final somos aficionados a un deporte tan bello como duro.
El objetivo es disfrutar, no sufrir. Así que centrémonos en prepararnos bien para gozar del evento al máximo.