896 kilómetros y 173 metros en solo 24 horas. Esa fue la increíble distancia que logró recorrer el ciclista austriaco Christoph Strasser, batiendo el récord mundial de mayor distancia pedaleada en un solo día al aire libre. Para ponerlo en perspectiva, es la misma distancia que separa Oviedo de Cádiz por carretera.
Strasser mantuvo una velocidad media de 37 km/h y una potencia de 250 vatios, rodando sin descanso en el asfalto del antiguo aeropuerto de Tempelhof, en Berlín. La ausencia de viento y las condiciones climáticas favorables fueron clave en su éxito, permitiéndole superar en más de 50 kilómetros la marca anterior del esloveno Jure Robic (840 km en 24 horas, en 2004).
Durante las primeras ocho horas, su velocidad media alcanzó los 40 km/h, demostrando un rendimiento impresionante sobre su bicicleta de carretera. Sin embargo, no todo fue sencillo: miles de aficionados se agolparon en la pista para presenciar el récord, algunos incluso acompañándolo durante varios kilómetros con sus propias bicicletas. "El mayor problema al principio fue la cantidad de público presente. Me alegro de que no causaran un accidente", comentó Strasser tras la hazaña.
A pesar de sufrir un pinchazo, no tuvo mayores complicaciones técnicas ni físicas, aunque el cansancio y el frío nocturno fueron un desafío adicional. Su gesta es un claro ejemplo del rendimiento extremo que pueden alcanzar los ciclistas en pruebas de resistencia, ya sea sobre bicicletas de carretera o enfrentando desafíos en rutas largas con bicicletas de montaña, donde la resistencia y la capacidad de adaptación son esenciales.
