Sufrir un accidente es la peor noticia para cualquier ciclista, ya sea aficionado, profesional, practique ciclismo de montaña, de ruta, cicloturismo o triatlón... El aumento del uso de la bicicleta lleva consigo un incremento del número de incidentes.
En ocasiones es un descuido por nuestra parte el que nos lleva al suelo. Pero en otras
hay implicadas tercera personas, como por ejemplo sufrir un atropello, impactar contra un vehículo aparcado o chocar contra un peatón.
Poca visibilidad, movimientos inesperados de otros vehículos, invasión del carril bici, peatones que cometen una infracción…
Pensar en un accidente en bicicleta trae a la mente el temor a las lesiones producidas por el golpe, el daño que se puede haber hecho a otras personas o vehículos y el desperfecto que puede sufrir todo el equipo, desde la bicicleta hasta la ropa.
Sin embargo, muchas veces olvidamos que tener un seguro o no puede marcar la diferencia en esta dolorosa situación.
¿Qué pasa si no tengo seguro y sufro un accidente con mi bicicleta? A continuación vamos a ofrecerte respuestas para esta pregunta clave.
¿Soy el causante del accidente o la víctima?
La bicicleta está considerada por la regulación de tráfico, a todos los efectos, como un medio de transporte. Por eso, aunque no es obligatorio tener un seguro para utilizarla,
circular en bicicleta por la calle o la carretera sí implica una serie de responsabilidades y obligaciones que se deben conocer.
La primero que debemos valorar cuando tengamos un accidente de bicicleta, a efectos de nuestro seguro, es tener claro si somos los causantes o las víctimas del incidente.
Si el causante del accidente es otro vehículo o persona,
estaremos cubiertos por el seguro a terceros de la otra parte. Pero si somos nosotros quienes lo hemos provocado por nuestra negligencia o por un descuido, y no contamos con un seguro, podemos encontrarnos en dificultades legales.
Los seguros del hogar, incluso en sus contratos básicos, cubren parte los daños que se hayan ocasionado a terceros
La otra parte
puede reclamarnos una compensación económica por los daños sufridos. Si no llegamos a un acuerdo sobre este punto, podríamos vernos abocados a la que puede ser una costosa demanda judicial en la que se tendrían que abonar los costes de una indemnización.
Estar cubierto con un seguro de Responsabilidad Civil ante las reclamaciones de terceras partes nos sacará, por lo tanto, de muchos apuros en el caso de sufrir un accidente.
¿El seguro del hogar cubre los accidentes de bicicleta?
Los seguros del hogar, incluso en sus contratos básicos, cubren parte los daños que se hayan ocasionado a terceros cuando se produce un accidente de bicicleta en un uso no profesional. Es decir, que siempre que el accidente no se haya producido durante una competición o entrenamiento.
Naturalmente el alcance de la cobertura depende de cada seguro. La razón por la que
los seguros del hogar cubren los accidentes de bicicleta está en lo que se denomina Responsabilidad Civil Familiar. En la práctica esta cobertura significa que el seguro cubrirá los daños que un miembro de la familia (sean los padres o los hijos) provoquen en un tercero en su vida privada. Eso sí, si no eres el titular del seguro tendrás que demostrar que vives en la vivienda que figure en el mismo.
Si estás federado como ciclista, cuentas automáticamente con las coberturas de un Seguro de Accidente
La mayoría de
los seguros de hogar también disponen de asistencia jurídica, por lo que seguramente pongan a tu disposición un abogado de la compañía aseguradora en caso de que otras personas implicadas en el accidente te reclamen una compensación económica.
Otro tipo de cobertura que puede ofrecer tu seguro de hogar es la asistencia al ciclista durante un desplazamiento, así como
el transporte de la bicicleta accidentada hasta un lugar de reparación y el coste de la misma. A esto hay que añadir otras coberturas, como el robo del vehículo si está en la casa o en sus proximidades.
En cuanto a la sustracción, hay que recodar que, aunque contemos con un seguro de hogar y tengamos contratada una clausula de daños a terceros, éste solo se hará cargo si tenemos asegurados tanto el contenido como el continente de la casa.
¿Necesito un seguro de bicicleta si estoy federado?
Estar federado implica estar cubierto por un seguro, aunque aún muchos ciclistas tengan dudas al respecto. Federarse como ciclista no consiste solo en obtener una licencia con la que participar en competiciones, sino también acceder a
las coberturas de un Seguro de Accidente Obligatorio (Real Decreto 849/1993) que debe ofrecer cada federación.
En éste se incluyen coberturas como la
asistencia médica sin límite de gasto, la asistencia en régimen hospitalario, las indemnizaciones por lesiones y pérdidas funcionales o los gastos derivados del traslado del accidentado a un centro médico.
Además, incluye un alcance para el Seguro de Responsabilidad Civil de hasta 1.2 millones de euros.
Para los ciclistas que no compiten, pero que circulan en bicicleta por la ciudad,
otra excelente opción es el Carnet Ciclista, destinado a personas con edades comprendidas entre los 15 y los 70 años.
Esta figura digital, que nació en 2016 y que es expedida por las federaciones de cada comunidad autónoma,
incluye el Seguro de Responsabilidad Civil y el Seguro de Accidente Deportivo. El primero de ellos, con un alcance de hasta 150.000 euros, con defensa en caso de celebrarse un juicio y derecho a la reclamación de los daños sufrido en el caso de accidente.
Aunque permite competir si se abona licencia por un día (con un descuento aplicable), el Carnet Ciclista no reemplaza a la Licencia de Cicloturismo, con la que sí es posible participar en algunas pruebas y que tiene mayores coberturas.
Un tipo de seguro para cada tipo de ciclista
En el caso de que prefieras contratar un seguro de bicicleta a nivel particular, debes saber que existen tantos como tipos de ciclistas. El mercado es amplio y son muchas las compañías que pujan por ofrecer precios competitivos por el mayor número posible de coberturas.
Evalúa cuál es tu perfil como ciclista y
el nivel de protección que requieres en función de la frecuencia del uso de la bicicleta, los lugares por los que circulas y su dificultad, si sueles dejarla aparcada en zonas con elevado riesgo de robo, etc.
Existen seguros que cubren la asistencia y la hospitalización hasta de varios días en el caso de necesitarla, así como otros a todo riesgo.
La mayoría de las compañías distinguen entre seguros para aficionados y seguros para participantes en competiciones profesionales y/o extremas.
Las coberturas básicas que ofrecen las compañías aseguradoras para ciclistas son:
- Responsabilidad Civil.
- Cobertura por daños.
- Defensa jurídica y reclamación de daños.
- Asistencia en viaje y teleorientación médica.
Otras coberturas que puedes contratar son:
- Daños por accidente a la bicicleta.
- Robo.
- Invalidez o fallecimiento del ciclista.
- Indemnización por hospitalización y cirugía