Ir directamente al contenido
tuvalumtuvalum
Cómo saber que ha llegado el momento de cambiar las llantas de tu bicicleta

Cómo saber que ha llegado el momento de cambiar las llantas de tu bicicleta

Descubre cuándo es el momento ideal para renovar las llantas de tu bicicleta

Las ruedas son uno de los componentes de la bicicleta más expuestos al desgaste por el uso y la acumulación de kilómetros. Muchos ciclistas creen, erróneamente, que son eternas y sólo se preocupan de sustituir las cubiertas cuando están totalmente desgastadas, sin considerara otros elementos que también están sujetos a desgaste como son los radios o el aro de la llanta. Descuidar un correcto mantemiento de las ruedas provoca que varios de sus componentes acusen la fatiga mucho antes de llegar al fin de la vida útil para la que se diseñaron,ocasionando efectos muy negativos sobre el pedaleo o el manejo de toda la bici. Incluso en la propia seguridad del ciclista, ya que unas ruedas en mal estado constituyen uno de los principales riesgos de accidente cuando salimos en bicicleta, tanto para bicicletas de carretera como por bicicletas de montaña.

Indicios de que tus ruedas necesitan un cambio

saber identificar el estado de tus ruedas y de todos sus elementos es muy importante para mantener tu bicicleta en perfectas condiciones y evitar sustos. Con fijarse en estos cinco aspectos que te explicamos a continuación podrás saber si están en buen estado, si hace falta una reparacióno o sustitución de algún componente o si, directamente, necesitas cambiar tus ruedas por unas nuevas.


1. La pista de frenado está deformada

Éste es un problema al que se enfrentan los ciclistas con bicicleta de carretera y frenos de puente. La pista de frenado del lateral de la llanta está expuesta a la fricción constante de las zapatas al frenar. Con el tiempo, y si no se limpian bien tanto las pistas como las zapatas tras cada salida, se desgasta la capa exterior y la propia pista. ¿Cómo puedes saber que este desgaste ha llegado a su límite? Basta con tocar la pista de frenado. Que tenga una forma cóncava y no recta es ya síntoma de gran desgaste. Además, algunos modelos tienen una pequeña ranura o punto hundido en la pista. Si se difumina o desaparece quiere decir que habrá que cambiar las llantas por unas nuevas. Por otro lado, si acumula ya muchos residuos, como goma de las zapatas, también habrá que considerar un cambio de ruedas. También puedes intentar recuperarlas con una limpieza muy a fondo. Para evitar un desgaste prematuro de la pista de freno es importante limpiar correctamente las llantas. Una limpieza después de cada salida evitará su desgaste y obtendrás una frenada óptima si usas frenos de zapata. En este vídeo de Velodrom te explican qué productos utilizar y cómo limpiarlas correctamente: 


2- La llanta está abollada o agrietada

Cuando la llanta presenta varios golpes, abolladuras y está especialmente agrietada, habrá que ir pensando en cambiarla por una nueva. Este es un problema especialmente presente en el ciclismo de montaña, donde las llantas se encuentran más expuestas a impactos de piedras, ramas, arena, etc. Los golpes o abolladuras puntuales en llantas de aluminio se pueden arreglar, incluso desde casa. En MTB-MAG te explican más a fondo como es la reparación de este tipo de desperfectos. Eso sí, tendrás que hacerte con una llave especial para enderezarla, así como un centrador de rueda. En cuanto a las llantas de carbono, el proceso se complica mucho más. Se necesita un buen lijado de la zona afectada, así como contar con parches de carbono específicos para sustituir las capas dañadas. Estos se deben pegar, moldear con calor (en un horno específico) y seguidamente volver a lijar. Lógicamente, por su complejidad y coste, te recomendamos que esta reparación la efectúe un profesional. Y en algunos casos más graves lo mejor es sustituir las ruedas por unas nuevas.


3. Los radios sufren fatiga o están rotos

La rotura continua de radios o su deformación es otro claro síntoma de desgaste de la rueda. Puede que puntualmente se rompa alguna cabecilla o el propio radio. Pero si este problema persiste es porque acumulan mucha fatiga tras años de uso y apenas se pueden tensar. También puede deberse a que la llanta está en mal estado o deformada, generando tensiones irregulares que afectan también a los radios y acaban por deformarlos y romperlos.

4. El buje hace ruidos

Los ruidos en los bujes por rotura de los rodamientos, holguras por desajustes o la acumulación de suciedad se pueden reparar sin demasiada complicación. Incluso su coste en un taller mecánico no es muy alto. Pero la persistencia del problema puede afectar tanto a radios como a llantas, incrementando el desgaste de todo el conjunto. Te recomendamos que realices una revisión y limpieza interna de los bujes una vez al año, con engrasado posterior. Con esto aumentarás su vida útil, que beneficia también a los radios y a la llanta. Así la rueda tendrá un rodaje suave y preciso y evitarás tener que sustituirla antes de tiempo.


5. Los tacos del neumático están desgastados

👉 ¿Sabes cómo identificar una cubierta desgastada de una en buenas condiciones?

Los signos de desgaste son diferentes dependiendo de si hablamos de una cubierta de mountain bike, de gravel o de carretera. Rodar con los neumáticos desgastados tiene una serie de consecuencias negativas que te detallamos a continuación:

Pérdida de agarre y estabilidad

Utilizar un neumático con sus tacos o banda de rodadura desgastada o difuminada implica importantes pérdidas de agarre, especialmente en curva y con firmes mojados, o muy secos en el caso del MTB. También de la propia estabilidad y el equilibrio de la bici al rodar. La pérdida de agarre o grip aumenta considerablemente el riesgo de caída


Aumento de los pinchazos

Tanto si usas cámara como si no (tubeless), una cubierta muy desgastada aumenta las posibilidades de sufrir un pinchazo, fugas de líquido sellante o un reventón con el que pierdas todo el aire al instante.


Más desgaste para el resto de la rueda

El neumático es el componente que está en continuo contacto con el terreno. Digamos que es el primer filtro de vibraciones e impactos provenientes del firme. Por eso un neumático en buen estado ayuda a que el resto de elementos de la rueda sufra menos tensión o fatiga. Así, llevar unas cubiertas con los tacos desgastados o, en el caso de la carretera, sin dibujo, hará trabajar más a la llanta y a los radios aumentando su desgaste. Es preferible hacer un cambio de cubiertas a tiempo que apurar su uso y deteriorar componentes más caros, como el propio aro.
Además de la pérdida de agarre y estabilidad, un neumático en mal estado generará más fatiga en la llanta.

Riesgos de rodar con unas ruedas desgastadas

En conclusión, no llevar al día el mantenimiento de tus ruedas, analizando el estado de cada uno de sus elementos, conlleva un peor comportamiento general de la bicicleta y provoca que los distintos elementos de la rueda se desgasten más rápido. Además, rodar con algunos de sus elementos desgastados (llanta, radios, bujes, etc.) tiene las siguientes consecuencias:


Peor manejo y control

Las ruedas poseen unos niveles de rigidez vertical, lateral o torsional determinados. El desgaste de llantas, bujes, radios o neumáticos alteran la rigidez estructural de la rueda. Esto se traduce en reacciones imprevistas al rodar con ellas que comprometen su manejo.


Pérdida de comodidad

Unas ruedas con componentes en mal estado generan holguras, ruidos y deslizamiento inestable sobre el firme que te obligará a realizar un esfuerzo extra para mantener el control. Con este sobreesfuerzo se gastan más fuerzas, que condiciona tu rendimiento físico.


Riesgo de rotura y caída

Por último, y en casos extremos de desgaste y falta de mantenimiento, las llantas o radios pueden llegar a partirse o fisurarse repentinamente al pasar por un obstáculo o superar un bordillo.

Son situaciones poco comunes, pero ese riesgo también está presente. Así, te recomendamos que revises a fondo una vez al año el estado de las partes metálicas de la rueda (llanta, radio y bujes). El estado de las cubiertas es necesario revisarlo como mínimo una vez al mes. Con ello evitaremos este tipo de problemas y nuestra bicicleta funcionará de manera óptima.

Carrito 0

Su carrito está vacío.

Empieza a comprar