Cómo elegir el manillar adecuado para tu bicicleta de carretera

El manillar de una bicicleta de carretera tiene una forma especial, combinando una sección recta o barra y otra curva (gancho), para dar al ciclista varias opciones de apoyo dependiendo del uso o del terreno por donde ruede.

En los últimos años, además, se han diversificado los diseños para personalizarse aún más, dependiendo del perfil del ciclista.

Recientemente han surgido también diseños especiales, como los manillares de carbono que integran potencia y barra del manillar para ganar peso, rigidez, aerodinámica y así aumentar el rendimiento.

Si vas a comprar una bicicleta de carretera o quieres cambiar de manillar para ganar en comodidad o aerodinámica, tienes que tener en cuenta esta serie de conceptos o características básicas a la hora de adquirir uno.

Cómo elegir la anchura del manillar

La anchura en el manillar de carretera se mide desde el centro del tubo de la parte curva (gancho) izquierda hasta el centro de la curva derecha. Ésa es la medida que usan la mayoría de marcas, aunque hay otras que lo miden de extremo a extremo. Deberás comprobar este aspecto antes de comparar.

Los manillares de bicicletas de carretera suelen tener 42 cm ó 44 cm de anchura. Elige uno más ancho o más estrecho en función de tu anchura de hombros.

Actualmente, hay varios estándares de anchura en el mercado, que van desde los 36 cm hasta los 46 cm. Las medidas más frecuentes son las siguientes: 36 cm, 38 cm, 40 cm, 42 cm, 44 cm y 46 cm.

Los más usados son como norma general el de 42 cm y el de 44 cm, pero podrás elegir uno más estrecho u otro más ancho en función de tu anchura de hombros, uso y manejo.

Un manillar más ancho ofrecerá mayor estabilidad y control en los giros, aunque añadirá peso extra y la aerodinámica se verá más comprometida.

Un manillar para bicicleta de carretera más estrecho está más indicado para potenciar el rendimiento y mejorar la aerodinámica. Son los más recomendados si sólo vas a llanear y subir puertos cortos con descensos poco técnicos.

Tipos de manillares según su forma

Es, junto con la anchura, la otra característica esencial a la hora de elegir manillar para bicicleta de carretera. En el mercado viene determinada por la forma de la parte curva o gancho. Aunque también habrá que prestar atención a la fisonomía de la barra horizontal, que puede ser redonda (clásica) o aplanada (más ligera y aerodinámica).

Según el tipo de gancho, estos son los cuatro tipos más usados:

Manillar clásico o redondo

Posee una curvatura más pronunciada, con una altura o caída (drop) grande en torno a 13 cm, al igual que su reach (profundidad de la curva), cercano a los 9 cm. Es un manillar que potencia el manejo en la zona baja, tanto para rodar acoplado como para esprintar, pero no destaca por su comodidad.

Manillar Compact

Es el más extendido en la actualidad. Ideal para rutas de larga distancia y el que mejor se adapta al cicloturista medio. Su caída (13 cm) y profundidad (8 cm) es menor, lo que se traduce en mayor comodidad en las posiciones bajas (descenso y sprint). Pero a cambio permite cambios más rápidos de posición y favorece una postura más erguida.

Manillar Súper Compact

Los manillares de tipo Súper Compact son una evolución de los anteriores, que reducen aún más su caída o drop, en torno a 1 cm (12 cm) con respecto al primero.

Esta forma tan compacta hace incrementar la velocidad de cambio de la posición, evitando mover lo menos posible la espalda. Al mismo tiempo, es más manejable si lo agarramos por la rampa o parte superior del gancho, debido a su mayor cercanía a la maneta de freno, sin comprometer la comodidad.

Manillar anatómico o ergonómico

Éste es un tipo de manillar que ha evolucionado desde el clásico y que es posible definirlo como una mezcla de aquel con el compact. Esta fusión se basa en que la curvatura del gancho introduce una sección central recta, para ofrecer una posición intermedia más estable y aumentar así el agarre y control al descender o esprintar.

Diámetro del manillar

Hoy en día el diámetro de los nuevos manillares es prácticamente el mismo en la mayoría de modelos, 31,8 mm en su parte central, por lo que no es un factor tan a tener en cuenta como la anchura o la forma.

Decimos en su parte central porque en los últimos años, en modelos de media o alta gama, y en especial los de carbono, se han lanzado modelos con secciones planas en la barra horizontal para apoyar mejor las manos y ganar aerodinámica. Un diseño que modifica este estándar.

No obstante, en su parte central siempre deberá ser cilíndrico y es dónde se tomará la medida, salvo que se trate de un conjunto manillar-potencia integrado.

Materiales

Los manillares para bicicletas de carretera suelen estar hechos de aluminio o de carbono, estando más extendido el primero. El manillar de carbono está más acotado a bicicletas de alta gama, especialmente las aero, orientadas al alto rendimiento.

Realmente, si eres cicloturista de nivel bajo o medio, llevar un manillar de aluminio será la opción más recomendada, por el gran equilibrio entre peso, rigidez y precio. Incluso actualmente es posible encontrar modelos en aluminio con secciones planas para incrementar el coeficiente aerodinámico, como sucede con los de carbono.

Aerodinámica

Para muchos ciclistas de carretera, ya sean profesionales o no, cada vez es más importante reducir la fricción con el viento. Por eso, componentes aerodinámicos como el manillar de tubo plano o el integrado son una opción a contemplar para ciclistas que se tomen muy en serio sus salidas en bicicleta.

Los manillares integrados cuentan con la desventaja de que no se puede ajustar su inclinación ni su posición y tampoco se puede cambiar la potencia por otra más larga o más corta.

El manillar es uno de los elementos de la bici más expuesto a la acción del viento, por ser una de las primeras partes de la bici con el que choca. Por eso, un modelo integrado junto a la potencia o de barra plana ejercerá una menor resistencia al viento, al mismo tiempo que se ahorra algo de peso e incrementa la rigidez del conjunto.

Los manillares integrados, sin embargo, cuentan con una importante desventaja: no poder ajustar su inclinación ni posición con respecto a la potencia. Tampoco cambiar la potencia por una más corta o larga. Por eso algunas marcas cuentan en sus catálogos con manillares semi integrados, con diseño aerodinámico de potencia y manillar, pero ya separados para facilitar este ajuste.

Conclusiones

Para dar con el manillar adecuado para ti tendrás que valorar estas características en función de tu físico, tipo de bicicleta, manejo de la misma y uso.

Así, si eres un novato en el ciclismo de carretera o sales sin pretensiones de competir o exprimirte físicamente, un manillar compact y ancho será el perfil más recomendable.

Por otro lado, si tienes experiencia entrenando o saliendo de ruta en carretera, quizás debas optar por un producto más sofisticado, como un super compact, anatómico o integrado.

Son pautas que te deberán servir como punto de partida, pero también deberás valorar otros aspectos, como tu posición sobre la bicicleta (erguida o acoplada), la geometría, el peso de la bici o tu habilidad en los descensos.