¿Es útil el cambio electrónico para un ciclista aficionado? ¿Lo necesitas realmente?
Los grupos de cambio electrónicos han dado un salto en calidad y variedad en los últimos cinco años. En todas las modalidades ciclistas, no sólo para la carretera.
También son más asequibles. Así, cada vez son más los ciclistas aficionados que se plantean la adopción de esta tecnología, la cual posee numerosas ventajas.
Es posible que tú también hayas pensado en mejorar tu bicicleta con un cambio electrónico. Pero puede que no te convenga o que no llegues a aprovecharlo al máximo. Depende de tu nivel, de la frecuencia con la que salgas o entrenes, de la modalidad que practiques, etc.
¿A qué llamamos cambio electrónico?
El cambio electrónico, a diferencia del mecánico o tradicional, funciona accionando los desviadores mediante un mecanismo electrónico instalado junto a platos y piñones (en el caso de grupos monoplato, únicamente en la transmisión trasera). Funciona de la siguiente manera:
- Los pulsadores de la transmisión electrónica emplean botones en lugar de palancas.
- Estos botones se conectan a los desviadores mediante un cable.
- En cada desviador, un pequeño motor provoca el desplazamiento de coronas y/o platos, en función de la marcha que seleccionemos.
- Para mover esos motores, es necesaria una batería. Dependiendo de la marca o el grupo, se aloja en el propio desviador (SRAM AXS), o en el cuadro; generalmente, oculto dentro del tubo del sillín.
Este concepto ha sido el estándar durante una década en ciclismo de competición y, en menor medida, en ciclismo aficionado. Pero las últimas versiones de cambio electrónico de los principales fabricantes (Shimano y SRAM) prescinden del cable entre el pulsador y el desviador. Se valen para ello de un protocolo de comunicación wireless, que elimina la complejidad mecánica y estética del cable y su funda.
La transmisión electrónica: ventajas e inconvenientes
El cambio electrónico posee varias ventajas sobre el cambio mecánico, entre las que destacan:
- Cambios más rápidos y precisos.
Optar por un circuito electrónico para mover la cadena y pasarla de una corona a otra, o de un plato a otro, conlleva múltiples ventajas: mayor rapidez de cambio, menos dureza al pulsar, más precisión y menos roces con la cadena. Todo ello beneficia al rendimiento del ciclista, que puede realizar cambios de ritmo más rápidos, sostenidos y eficaces. - Menos desajustes.
Con el paso del tiempo, el uso, o las condiciones climatológicas, un cambio mecánico tiende a desajustarse más, requiriendo más reparaciones y mantenimiento. Los cables y fundas pierden tensión y rigidez, generando saltos no deseados de cadena, coronas o los tan temidos chupados (cuando la cadena se desliza de los dientes del plato y se encaja entre éste y el cuadro). Los cambios electrónicos tienen una configuración determinada y aislada del exterior, que ofrece siempre el mismo rendimiento y se reajusta automáticamente, para evitar los saltos de cadena o coronas. - Personalización del cambio.
Los pulsadores y desviadores ya tienen conectividad con ordenadores y móviles, para personalizar su funcionamiento a nuestro gusto y estilo. Existe, incluso, el cambio automático de plato, que se realiza de manera autónoma en función de la corona del cassette en la que nos encontremos. El sistema trata de buscar el mejor rendimiento, procurando que la cadena se cruce lo menos posible. Así se puede prescindir de uno de los pulsadores, eliminando cables del cuadro y ganando en estética.
Pero no todo son ventajas. Introducir electrónica en la transmisión de la bici tiene sus contrapartidas. Destacamos tres:
- Un cambio electrónico es más caro.
Instalar un cambio electrónico supone un aumento sustancial del precio con respecto a uno mecánico. De media, por grupo completo, cuesta unos 1.000 euros más. Sin embargo, existen fabricantes que ofrecen kits de conversión: baterías, cables y cargador. Por un precio más reducido, se puede acceder a un cambio electrónico, sin necesidad de cambiar los componentes. Es el caso del SRAM AXS. - Reparaciones más costosas.
Aunque se desajusta menos que uno mecánico, un grupo de transmisión electrónico no está exento de averías. El sistema puede perder la sincronización y cambiar a marchas que no corresponden. El calibrado para solucionarlo es una operación compleja que necesitará realizarse en un taller profesional. Asimismo, los repuestos y las piezas tienen un precio más elevado. - Necesidad de cargar las baterías.
Antes, la presencia de baterías, centralita y el cableado acababa aportando más peso que un grupo mecánico. Pero con las nuevas versiones de baterías más compactas, y la eliminación de cables, la diferencia en este sentido se ha acortado, o igualado, en muchos casos.
Lo que no ha cambiado es la necesidad de recargar la baterías o batería del sistema. Aunque la autonomía puede llegar a los 2.000 km (varios meses de salidas en bici), tener un grupo electrónico supone estar pendiente de su estado y consultar su nivel de batería.
De lo contrario, el cambio dejará de funcionar y habrá que terminar la ruta en marcha única.
Opciones recomendadas de cambio electrónico para cicloturistas
Ya existen numerosos grupos de cambio electrónicos de precio reducido. Aunque siguen siendo caros, la diferencia con respecto a los tradicionales se va acortando. Estas son las opciones de bajo coste que podemos encontrar en el mercado, ordenadas de mayor a menor precio:
Carretera
Shimano Ultegra Di2
Reúne la eficacia de sus componentes con las ventajas del sistema electrónico del grupo de gama alta de Shimano para carretera (Dura-Ace Di2). Su última versión (R8100) estrena versión inalámbrica. Aunque no es completa. La batería de cilindro integrada sigue alimentando los motores de los desviadores. Según Shimano, el motivo es garantizar una entrega de energía constante y fiable en todo momento. En cualquier caso, los cables entre batería y pulsadores se eliminan.
La autonomía de la batería es de 1.000 km e introduce el cassette de 12 coronas. El precio del grupo completo ronda los 2.800 €, incluyendo frenos de disco.
SRAM Force eTAP AXS
Es el segundo grupo electrónico en importancia de SRAM para carretera, gravel o ciclocross, por detrás del tope de gama: Red eTAP AXS.
SRAM Force eTAP AXS integra toda la tecnología inalámbrica de SRAM, con su pulsador compacto y sus pequeñas baterías integradas en los desviadores. Ofrece opciones de doble plato y monoplato, con cassette de 12 velocidades. El precio por grupo completo, con doble plato y frenos de disco incluido, es de 2.548 €.
SRAM Rival eTAP AXS
Es el último en llegar al mercado y lo hace como el cambio electrónico más económico de la actualidad. Incorpora toda la tecnología AXS en un grupo completo, aunque con componentes más pesados que el Force o el Red. Sus precios parten de 761 € para la versión monoplato más básica. Tiene su propio juego de frenos de disco hidráulicos y un potenciómetro opcional de bajo coste por 274 €.
Mountain Bike
En MTB, los grupos electrónicos han sido exclusivos de gamas altas y competición. Sin embargo, los precios de esta tecnología van resultando más asequibles para los bikers aficionados.
SRAM GX Eagle AXS
Al hablar de grupos electrónicos inalámbricos en MTB, SRAM AXS es el rey indiscutible. Además de los topes de gama, cuenta con opciones más asequibles. Todas ellas monoplato y cassette de 12 velocidades. Dentro de esta gama media, el grupo GX Eagle AXS es el más contrastado. Se puede adquirir completo desde 1.101 €. También puedes comprar un kit de conversión con baterías, desviador trasero, pulsador y cargador, a un precio de 654 €.
Es interesante subrayar que este kit es compatible con todas las transmisiones SRAM Eagle del mercado. Por tanto, podrías convertir un cambio de gama baja/media de 12 velocidades (como el SX O NX Eagle) en un cambio electrónico.
Shimano Deore XT Di2
Hace unas temporadas, los grupos inalámbricos SRAM Eagle AXS para MTB eclipsaron la opción electrónica de Shimano más accesible: el Deore XT Di2.
Pero todavía tienes disponible este grupo. El sistema viene con cable, baterías y centralita, incluyendo la opción de monoplato o doble plato, ambos con cassette de 11 velocidades. Además ofrece su propio pulsador, desviador y display o pantalla de control para el manillar.
Grupos para gravel
El gravel no es ajeno al desarrollo y extensión del cambio electrónico para ciclistas aficionados. De hecho, el propio gravel es una modalidad eminentemente cicloturista.
Como opciones de cambio electrónico asequible para estas bicicletas, encontramos el nuevo SRAM XPLR AXS, con desviadores y cassettes propios Force y Rival. Todos ellos compatibles con desarrollos monoplato.
Shimano también tiene su opción de cambio electrónico con el GRX Di2, que aprovecha la fiable tecnología del Di2 con cables y unos componentes duraderos con desarrollos monoplato o doble plato de 11 velocidades.
Conclusiones
¿Merece la pena un cambio electrónico para ciclistas aficionados? Rotundamente, sí, si eres muy asiduo a la bici o incluso compites ocasionalmente.
Ya hemos visto que el cambio electrónico ha desarrollado mucho su tecnología. Además, ofrece cada vez más ventajas y existen multitud de opciones de bajo coste fiables en el mercado. Por lo tanto, es una elección muy atractiva para los ciclistas que quieran mejorar el montaje y el funcionamiento de su bicicleta.
Si no quieres escatimar en gasto y quieres que tu cambio funcione con precisión en todo momento, te recomendamos instalar cambio electrónico. Posiblemente, para carretera tenga todavía más sentido. Pero las opciones de bajo coste para MTB también son muy atractivas, en una modalidad donde los desajustes del cambio son frecuentes.
