Los Juegos Olímpicos no son sólo un escenario para que las mejores estrellas del deporte pongan a prueba sus capacidades. También suponen un gran reto tecnológico para la industria del equipamiento deportivo. Marcas y fabricantes tratan de ofrecer a los deportistas a los que equipan de materiales más ligeros, diseños pensados para arañar unas centésimas al crono e innovaciones sorprendentes.
El ciclismo, y más concretamente el ciclismo en pista, ha sido el escenario donde en estos Juegos Olímpicos de Río se ha visto una innovación sin precedentes: las bicicletas del equipo norteamericano de persecución llevaban el tren de transmisión en el lado izquierdo.
Tradicionalmente la transmisión siempre se ha montado en el lado derecho de las bicicletas. Sin embargo, para los Juegos Olímpicos de Ríos de Janeiro, Felt decidió equipar al equipo norteamericano con una revolucionaria bicicleta donde el plato, la cadena y el piñón estaban en el lado izquierdo.
La explicación, según los ingenieros de Felt, tiene que ver con la posición del centro de gravedad y el flujo del aire durante cada vuelta que se da al velódromo. «Moviendo el tren de transmisión desde el lado exterior de la pista al lado interior de ésta, la bicicleta se vuelve más aerodinámica y también se maneja mejor porque el peso y el centro de gravedad se ha desplazado hacia el interior de las vueltas».
Esta modificación no le sirvió a Estados Unidos para ganar la medalla de oro, ya que el triunfo fue a parar al equipo británico, donde también estrenaron algunas innovaciones tecnológicas. El Jason pistard Ryan Owen, por ejemplo, compitió con un manillar más pequeño y ligero impreso con una impresora 3D.
