Tanto en la pista como en la carretera, cuando se trata de mejorar el rendimiento y arañar segundos al crono, el tipo de ruedas que se monten en la bicicleta marca una gran diferencia. Por este motivo, triatletas, pistards y ciclistas que compiten en pruebas contrarreloj prestan una atención especial a las ruedas, ya sea en bicicletas de carretera o incluso en algunos modelos específicos de bicicletas de montaña orientadas al XC competitivo.
La elección entre cubierta o tubular, el tipo de llanta o el material del aro —aluminio o carbono— influye directamente en el comportamiento de la bicicleta. Por ejemplo, las ruedas de carbono no solo resultan más ligeras, sino que también ofrecen una sensación distinta tanto en la rodada como en la frenada. Sin embargo, si hay un factor que ha cobrado cada vez más importancia en el ciclismo de alto nivel, ese es sin duda la aerodinámica.
Conscientes de ello, cada vez más fabricantes invierten decenas de horas en el túnel de viento para desarrollar ruedas que reduzcan al máximo la resistencia al aire. Esto ha llevado a una evolución notable: de las clásicas ruedas con múltiples radios metálicos se ha pasado a diseños más extremos, como las ruedas lenticulares o las de palos. Estas últimas han ido disminuyendo el número de aspas —de 6, 5 o incluso solo 3— buscando una eficiencia máxima frente al viento.
La innovación no se detiene ahí. La marca holandesa 2-Spoke ha desarrollado un revolucionario modelo para contrarreloj con tan solo dos palos. Más allá de su llamativo diseño, lo interesante es su funcionalidad: según afirma la propia compañía, sus ruedas son capaces de transformar el viento lateral en velocidad, ofreciendo una aerodinámica superior incluso respecto a las lenticulares.
Las 2-Spoke M5 se presentan como las ruedas más rápidas del mundo, superando en eficiencia a modelos con 12, 16 radios o incluso a las más comunes ruedas de 3, 4, 5 o 6 palos de carbono. Este tipo de desarrollos marcan el camino hacia el futuro de las bicicletas de carretera, donde cada detalle cuenta para maximizar la velocidad y el rendimiento. Y aunque estas soluciones están pensadas para un uso muy específico, parte de esta tecnología aerodinámica empieza a trasladarse también a segmentos del ciclismo como las bicicletas de montaña de alto rendimiento, sobre todo en pruebas tipo maratón o cross country, donde la eficiencia también es clave.
"Las 2-Spoke ofrecen la menor resistencia al aire de todas las ruedas existentes. ¡Incluso comparadas con las lenticulares! Son actualmente las ruedas más rápidas del mundo"
¿Pero de verdad son capaces de generar velocidad cuando hay viento de lado? Según los datos de ingeniería que ha realizado la marca, un ciclista con las 2-Spoke M5 sacaría hasta 2 minutos y medio de ventaja a otro que usara unas ruedas de tres palos durante una hora, siempre que ambos pedaleasen a un ritmo constante de 51 kilómetros por hora. Y según desvela BikeRadar, un test independiente demostró que las 2-Spoke M5 demostraban ser más eficientes en pruebas de viento racheado. Lo que se hizo fue medir cuánto tardaba la rueda en desacelerarse cuando soplaba el aire desde 90 grados (por ejemplo, el tiempo que tardaba en frenarse desde los 56 kilómetros por hora a los 26 kilómetros por hora). El resultado es que tardaba menos que otras ruedas diseñadas para contrarreloj.
Debido a la aerodinámica de su diseño, cuando hay viento de entre 10 y 170 grados (lo que prácticamente cubre todo el espectro de viento lateral), las ruedas son capaces de generar un impulso extra. Según el resultado de las pruebas realizadas, "gracias a la forma de ala de los dos palos, la rueda 2-Spoke fue durante las pruebas realizadas la única rueda que generaba velocidad". ¿Qué hay de realidad y qué hay de marketing en todo esto? ¿De verdad pueden unas ruedas conseguir tales resultados? ¿Cuál es vuestra opinión?