¿Matricular las bicicletas? El debate sobre la regulación ciclista en carretera y montaña
Hace más de un año, la Dirección General de Tráfico (DGT) planteó la posibilidad de que todas las bicicletas necesitaran matrícula y permiso de circulación para poder rodar. Ahora, el debate ha resurgido con una nueva propuesta del RACE, que además sugiere extender el carné por puntos a los ciclistas e incluso imponer un seguro obligatorio para quienes circulen en bicicleta.
Según el organismo, es fundamental establecer un plan de convivencia en carretera que tenga en cuenta tanto a conductores de vehículos como a ciclistas, incluyendo a aquellos que entrenan o compiten en bicicletas de montaña y bicicletas de carretera. La propuesta busca estudiar la viabilidad de implementar una regulación que equipare a los ciclistas con los conductores de coches y motos, estableciendo requisitos de matriculación, seguro y control de infracciones.
Sin embargo, esta medida ha generado una fuerte oposición dentro del mundo del ciclismo. Desde ConBici.org, una de las principales plataformas en defensa del uso de la bicicleta, han calificado la propuesta como "absolutamente lamentable", argumentando que el verdadero problema de seguridad en las carreteras no son los ciclistas, sino los vehículos motorizados, que representan un mayor riesgo en caso de accidente.
¿Es viable obligar a matricular una bicicleta?
Uno de los principales argumentos en contra de esta propuesta es que en ningún país de Europa existe una regulación similar. De hecho, la tendencia en la Unión Europea es fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible, reduciendo trabas burocráticas y promoviendo infraestructuras seguras tanto para quienes practican ciclismo de carretera como para los que disfrutan de rutas en bicicletas de montaña.
Desde el sector ciclista se insiste en que la mejor manera de mejorar la seguridad en carretera no es imponer matrículas o seguros obligatorios a los ciclistas, sino implementar medidas efectivas de protección, como la ampliación de carriles bici, campañas de concienciación para los conductores y un mayor control sobre las infracciones de vehículos motorizados en vías compartidas.
¿Qué implicaciones tendría esta regulación para los ciclistas?
Si la propuesta del RACE llegara a aplicarse, afectaría a todos los ciclistas, desde los que utilizan la bicicleta como medio de transporte hasta quienes practican ciclismo deportivo en bicicletas de carretera o compiten en pruebas de bicicletas de montaña.
Entre los posibles efectos de esta medida, destacan:
- Mayor burocracia: La necesidad de matricular cada bicicleta y obtener un permiso de circulación podría desalentar su uso, afectando a quienes dependen de ella para moverse diariamente.
- Costes adicionales: Imponer un seguro obligatorio incrementaría los gastos para los ciclistas, limitando el acceso a este medio de transporte.
- Impacto en el ciclismo deportivo: Tanto los aficionados al MTB como los ciclistas de carretera podrían verse afectados por restricciones adicionales, especialmente en entrenamientos y competiciones.
El ciclismo necesita protección, no restricciones
El debate sobre la seguridad vial es necesario, pero la mayoría de expertos coinciden en que la solución no pasa por equiparar a los ciclistas con los conductores de coches y motos. Más bien, debería centrarse en mejorar la infraestructura ciclista, garantizar la convivencia segura en la carretera y reforzar la educación vial tanto para ciclistas como para conductores.
Por ahora, la propuesta del RACE no tiene respaldo legislativo, pero sigue generando polémica entre los amantes de las bicicletas de montaña y las bicicletas de carretera, que ven en estas medidas una posible barrera para el crecimiento del ciclismo en España.