El
ancho de llanta es un factor importante al elegir las ruedas de nuestra bici. No todos los neumáticos son adecuados para todas las medidas, y acertar influye en el rendimiento general de nuestra máquina.
Podríamos decir que el ancho de llanta es un valor importantísimo en la modalidad de MTB. Pero también es cierto que en Carretera comienza a ser muy relevante, dada la creciente adopción de neumáticos tubeless.
Por qué hay que fijarse en la anchura de la llanta
Como decimos, por tanto, no todos los anchos de llanta sirven para la misma bici, ciclista o tipo de recorrido. Para identificar la medida adecuada, debes tener en cuenta algunos aspectos.
Cada cubierta tiene un ancho de llanta recomendado, y viceversa. El aro, o llanta, y el neumático funcionan como un conjunto dentro de la rueda. El neumático debe tener la base adecuada para unirse o talonarse a la rueda; la anchura de la llanta dará la forma ideal a la banda de rodadura. Montar un ancho de llanta adaptado al tamaño del neumático contribuirá a la estabilidad de la bicicleta, al agarre, a la adherencia al terreno o a la comodidad de marcha. Aunque aquí también entran en juego otros factores, como la presión, el tipo de compuesto, la forma de los tacos, etc.
El ancho de llanta influye en aspectos como la rigidez, la estabilidad y la comodidad de la
bicicleta.
Las marcas de cubiertas, y también las de ruedas, tienen tablas o gráficos con los anchos de llanta recomendados para cada grosor de neumático. La ecuación es simple: a más ancho de neumático, más anchura de llanta.
Identifica el tipo de rueda y su uso. Un ancho de llanta grande potenciará cualidades como la estabilidad a alta velocidad, agarre, comodidad, pero también penalizará en peso, rapidez de maniobras o aceleración. Por eso, las llantas de gran anchura son fundamentales en las modalidades más extremas de MTB (enduro, descenso, etc.). De todas formas, la modalidad del XC también ha hecho suyas las llantas muy anchas (30 mm), dada su versatilidad.
La llanta influye notablemente en el peso de la bicicleta. En general, la rueda aporta en torno al 10 – 15% del peso total de la bici. De este porcentaje, buena parte pertenece a la llanta. Puede parecer insignificante, pero 2 o 3 mm más de anchura implica el uso de más metal para fabricar el aro. De media, y hablando de modelos en carbono, por cada 1 mm que se aumenta su ancho una llanta pesará 7 g más.
Ancho interno: la medida estándar de las llantas
Otro factor que debes tener en cuenta al valorar la anchura de llanta es que ésta tiene dos medidas: el ancho externo y el ancho interno.
El ancho externo es la medida de extremo a extremo exterior. El ancho interno, en cambio, es medida de extremo a extremo de la hendidura central, donde se coloca el aro del neumático.
El ancho interno viene siendo el estándar de referencia para medir y comparar diferentes llantas de bicicleta. Especialmente, desde la popularización de las cubiertas tubeless. De este modo, tanto marcas como ciclistas pueden prever cómo se acomoda el neumático en la rueda y qué grado de soporte lateral tiene. Un ancho interno mayor proporciona, con la medida adecuada de cubierta, un mejor soporte a la rueda; se evitan llantazos o desequilibrios de la goma.
El ancho interno determina el grado de soporte lateral de la cubierta.
Emplear el ancho interno permite a los fabricantes recomendar un ancho de neumático con más precisión. Normalmente, se suele aplicar una proporción 2,2:1. Es decir, un ancho interno X debe tener una cubierta 2,2 veces mayor que ese ancho. En cualquier caso, esta fórmula es orientativa. El ciclista puede adaptarla en función de sus necesidades, montando cubiertas más anchas o más estrechas.
Ancho de llanta en función de la modalidad ciclista: MTB, carretera y gravel
Existe un ancho interno de referencia para cada disciplina ciclista. ¿Quieres conocer cuáles son los estándares actuales en función de la modalidad ciclista que practiquemos?
Mountain Bike
XC: 30 mm. Dependiendo de la modalidad MTB que se practique, existen diferentes medidas de llanta. En el Cross Country se ha pasado de anchos internos de 19 mm a 30 mm (aunque también son habituales 25 o 27 mm). Unos materiales más ligeros y la mejora en los diseños (cuadros sobredimensionados, ejes, bujes y procesos de fabricación) permiten hoy que las ruedas de XC, que deben ser ligeras y rápidas, puedan aprovecharse de las ventajas ya comentadas de una llanta ancha (rigidez, estabilidad, tracción).
Trail/Enduro: 30 – 35 mm. Los 30 mm han sido
propiedad de las MTB más radicales en la última década. Pero tanto en el Trail como en Enduro también ha aumentado el ancho de neumáticos en los últimos tiempos, a 2,5" y 2,6". Esto requiere un aumento del tamaño del aro hasta los 35 mm. Esta medida también ha despegado gracias al
boom de las MTB eléctricas de largo recorrido.
Descenso: 35 mm. La modalidad de Descenso también ha ido adoptando el diámetro de 29'' en sus neumáticos, lo que ha traído el sobredimensionado de las llantas. De este modo, soportan mejor los mayores impactos e inercias de estas ruedas, ganando en estabilidad.
[irp posts="3967" name="Todo lo que necesitas saber para comprarte unas ruedas de mountain bike"]
Carretera
En Carretera se imponen los 23 mm, pero siguen muy extendidos los 19 mm y 21 mm. En esta modalidad, a diferencia con el MTB, el ancho interno es una medida menos determinante; sobre todo, si la comparamos con el perfil o ancho de la pared lateral.
[irp posts="4019" name="Consejos para comprar las ruedas adecuadas para una bicicleta de carretera"]
De los 13 o 15 mm de décadas pasadas, se ha doblado la anchura interna hasta los 23 e incluso 25 mm. La hendidura central ya es como una rueda de MTB de hace 8 o 10 años. El objetivo, extraer el máximo rendimiento de los neumáticos tubeless o de cámara de 28, 30 o 32 mm.
Gravel
La evolución de los componentes para Gravel no cesa y las ruedas no son una excepción. Partiendo de un estándar inicial de 19 a 20 mm, se ha pasado hasta los 23 o 25 mm, según el caso. Todo para acomodar mejor, y exprimir al máximo, cubiertas de 45 e incluso 50 mm de ancho.
Conclusiones: la relación llanta-cubierta, clave para elegir el ancho
Hemos visto la conveniencia de elegir llanta y neumático en conjunto, y no como elementos separados. Puede que te hayas comprado las llantas más avanzadas del mercado, con un ancho sobredimensionado y un perfil superaerodinámico. Pero si te equivocas al elegir el ancho de cubierta, perderás en eficiencia. Por no hablar de la pérdida de comodidad, la posibilidad de desgaste prematuro, e incluso el riesgo de
desllantar.
Por eso, te recomendamos ponerte al día con los estándares más usados de ancho interno para cada modalidad ciclista. También puedes consultar las fichas técnicas y tablas de neumáticos recomendados para cada modelo de llanta. En caso de duda, siempre puedes aplicar la fórmula 2,2:1 para tener un punto de referencia para determinar la medida de cubierta ideal para tus ruedas.
Identifica el tipo de rueda y su uso. Un ancho de llanta grande potenciará cualidades como la estabilidad a alta velocidad, agarre, comodidad, pero también penalizará en peso, rapidez de maniobras o aceleración. Por eso, las llantas de gran anchura son fundamentales en las modalidades más extremas de MTB (enduro, descenso, etc.). De todas formas, la modalidad del XC también ha hecho suyas las llantas muy anchas (30 mm), dada su versatilidad.
La llanta influye notablemente en el peso de la bicicleta. En general, la rueda aporta en torno al 10 – 15% del peso total de la bici. De este porcentaje, buena parte pertenece a la llanta. Puede parecer insignificante, pero 2 o 3 mm más de anchura implica el uso de más metal para fabricar el aro. De media, y hablando de modelos en carbono, por cada 1 mm que se aumenta su ancho una llanta pesará 7 g más.
