El gravel está de moda. Y si todavía no lo sabías, es que vives en otro planeta. En esto, estaremos de acuerdo. En lo que no existe tanto consenso es en la respuesta a la pregunta: ¿Qué es el gravel? Es difícil establecer una definición clara. En su origen, tiene que ver con la aventura. Por lo tanto, realizar una ruta de gravel o inscribirse en una prueba de gravel puede significar cosas muy diferentes en función del ciclista al que preguntes. La disciplina de gravel sirve para describir aquellos trayectos en bicicletas con un aspecto similar a las de carretera que discurren por pistas y caminos sin pavimentar, y que se sitúan en algún lugar entre el ciclismo de ruta y el ciclismo de montaña. En este caso, la clave no está realmente en el nombre: la conducción de grava puede abarcar todo tipo de terreno, desde grava real hasta senderos boscosos y todo lo demás. Si tienes curiosidad por conocer un poco más de cerca esta disciplina, aquí tienes algunas cuestiones básicas que te ayudarán a comprender un poco mejor el éxito del movimiento gravel.
El origen del gravel
Son muchos los que sitúan el origen del gravel en Estados Unidos. Un país repleto de largos y remotos tramos de carreteras sin asfaltar; nada menos que un tercio de toda su red. En las últimas décadas, el ciclismo de montaña se ha vuelto más extremo y especializado, por lo que la conducción sobre pistas de grava y caminos sencillos han ido forjando una disciplina con entidad propia, al margen del MTB. Disfrutar de estos recorridos con bicis que recuerdan más a modelos de carretera contribuye a añadir un poco de picante a estos recorridos sin apenas aliciente para los bikers y buscadores de adrenalina. El término gravel (gravilla, en español) puede llevar a confusión. De hecho, el ciclismo todoterreno o de aventura podría describirlo mejor, ya que es más probable que encuentres rutas que combinan caminos, senderos, pistas y hasta secciones de asfalto y/o cemento. Perderse por caminos menos transitados nos devuelve la pasión por la exploración y la aventura, sin descartar por ello la participación en pruebas y competiciones. Lo que está claro es que el gravel supone un cambio respecto al enfoque habitual asociado al ciclismo de carretera. En definitiva, un soplo de aire fresco para la comunidad ciclista y una nueva beta de negocio en la industria de la bicicleta. [irp posts="3350" ]
¿Necesito realmente una bicicleta de gravel?
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(Imagen: Michael Tabolsky - Unsplash)[/caption] Tu decides, pero la realidad es una. La geometría, la transmisión y hasta el paso de rueda de las bicis de gravel son elementos concebidos para responder a las exigencias de la conducción todoterreno. Aunque no es esencial que utilices una bicicleta específica, con ella lograrás que tu experiencia sea mucho más cómoda y agradable. No esperes que tu
bicicleta de gravel sea tan ágil y rápida sobre el asfalto como una bicicleta de carretera, o tan capaz como una bicicleta de montaña de trail. Una bicicleta de gravel es una herramienta que te permite explorar más allá del asfalto e incluso probar algunos senderos. Podrás disfrutar de la eficacia de las bicicletas con manillar similar al de carretera sobre el asfalto y en pistas sencillas. Asimismo, podrás enfrentarte a senderos más técnicos por los que ni te atreverías a rodar con neumáticos lisos y estrechos. Muchos ciclistas con limitaciones de espacio o presupuesto eligen una bicicleta de gravel con dos juegos de ruedas: uno para la propia modalidad de gravel y otro para carretera. En este caso, ganarás en versatilidad, si bien es más que probable que la transmisión no esté optimizada para ambas disciplinas.
¿Es lo mismo una bicicleta de gravel que una de ciclocross?
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(Imagen de Shutterstock)[/caption] Aunque las bicicletas de gravel y las de ciclocross tienen mucho en común, existen algunas diferencias clave si se examinan más de cerca. Las mejores bicicletas de ciclocross están diseñadas exclusivamente para las carreras y se rigen por las normas de la UCI, que establecen un máximo de 33 mm de neumáticos y 50 cm de ancho de manillar. La geometría está orientada a la competición, con un pedalier alto, una posición de conducción más agresiva y una dirección afilada para las curvas cerradas. Todo esto encaja perfectamente con el propósito de darlo todo durante una hora a máxima potencia, pero no será lo más adecuado, o cómodo, para recorridos de gravel mucho más largos y menos enfocados a la competición. [irp posts="4181" ]
¿Necesito una bici específica de gravel si ya dispones de una MTB?
¿Bicicleta de gravel o bicicleta de montaña rígida? La línea que separa ambas opciones puede ser muy fina. No hay nada malo en montar una bicicleta de montaña rígida, o semirrígida, para surcar pistas de grava y senderos. Sin embargo, es probable que sientas las ventajas de una bicicleta específica para gravel si tienes la intención de rodar mucho por este tipo de terreno. La rigidez de un cuadro típico de bicicleta de gravel combinada con una posición de manillar baja te proporcionará una mayor eficiencia aerodinámica y de pedaleo en carreteras y pistas de grava. Ello, aun sacrificando parte de la comodidad que ofrece la horquilla de una bicicleta MTB con suspensión delantera. En los trayectos más largos, y en las excursiones de varios días en bicicleta, un manillar similar al de una bici de carretera ofrece posiciones más variadas para las manos, lo que puede ser beneficioso para minimizar las molestias en las extremidades superiores. Por otra parte, rodar con una bici de gravel por terreno más o menos técnico te obliga a jugar con los pesos del cuerpo, lo que redunda en una mejora técnica evidente sobre la bicicleta.
¿Por qué los neumáticos son tan importantes en el gravel?
Un juego adecuado de neumáticos para gravel puede marcar la diferencia entre disfrutar al máximo de tu ruta o convertirse en una auténtica pesadilla. Al ser el punto de contacto entre la bicicleta y el terreno, deberás prestar atención al tipo de neumático, la banda de rodadura, el balón y la presión. Todo ello, sin perder de vista el terreno y las condiciones que preveas encontrar. Los neumáticos sin cámara (tubeless) son muy recomendables para la conducción off-road, ya que es probable que encuentres espinas y piedras afiladas, y esto también te permitirá utilizar presiones de neumáticos más bajas con un menor riesgo de pinchazos. Dicho esto, el riesgo de pinchazo no desaparece con una configuración sin cámara, por lo que es fundamental mantener la presión correcta y salir con un kit tubeless para posibles reparaciones.
El equipamiento para tus escapadas de gravel
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Imagen: Coen Van De Broek[/caption] Siempre es mejor pecar por exceso que por defecto de material. En especial, cuando hablamos de rutas off-road. Asegúrate de que llevas toda las herramientas y repuestos que puedes necesitar. Incluye un tronchacadenas y un eslabón rápido de cadena, un kit de reparación tubeless, cámaras de repuesto, una buena bomba… Y si realmente te vas a perder por la naturaleza, unas bridas, cinta adhesiva, e incluso pastillas de freno de repuesto, pueden salvarte de más de un apuro. Si a todo ello le sumamos ropa de repuesto y algo de comida, necesitarás alforjas y/o bolsas de viaje para montar en el cuadro, en el manillar o detrás del sillín. Estos elementos te ayudarán a guardar tus objetos de forma segura sin interferir en la conducción. Un poco de planificación antes de salir a rodar, con una ruta cargada en un ciclocomputador con GPS, un smartwatch o tu teléfono, puede ser de gran ayuda. Aplicaciones como Wikiloc o Komoot son útiles porque hacen sugerencias basadas en las experiencias de los usuarios, lo que significa que puedes construir un viaje por las rutas para gravel más interesantes, e incluso marcar los lugares donde tomar algo o realizar una parada técnica Por supuesto, nada te impide combinar el track de tu GPS con el siempre útil mapa en papel cuando se trata de planificar viajes más largos por la naturaleza. También hay que señalar que, como es probable que en tus rutas te alejes más de los pueblos y ciudades, y al ser el ritmo más lento que en la carretera, deberías llevar agua y comida suficiente. No hay nada peor que quedarse tirado en medio de la nada sin un punto de avituallamiento en kilómetros a la redonda.
La diferencia entre gravel y bikepacking
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Imagen: Marek Piwnicki.[/caption] El bikepacking es un término utilizado para describir recorridos en bicicleta de varios días afrontando recorridos todoterreno, en buena parte alejados de las carreteras. Hacer bikepacking implica pasar una o varias noches en ruta, durmiendo al raso o a cubierto, en hoteles o refugios, por ejemplo. Esta actividad, además de una bicicleta adecuada, requiere portar equipaje en alforjas o bolsas que se ubican en distintos puntos de la bicicleta. Puede usar su bicicleta de gravel para practicar esta modalidad ciclista, o incluso una bici de montaña, o una de cicloturismo. La elección dependerá del terreno por el que tengas previsto circular y de tus preferencias personales.
Habilidades necesarias para convertirte en ciclista de gravel
Para quien se introduce en el gravel procedente del ciclismo de carretera, los comienzos puede ser un poco desalentadores. El terreno hace que las reacciones de la bici sean más imprevisibles que sobre el asfalto y, como todo, necesitas un periodo de adaptación y aprendizaje. Cuando afrontes ascensos con grava suelta, es una buena idea permanecer sentado en lugar de balancearse subido en los pedales. De ete modo, mantendrás tu peso sobre la rueda trasera y evitarás que derrape. Tomar curvas en pistas y caminos también es diferente que sobre el asfalto. La trazada ha de ser más suave, evitando los tramos donde se deposita la grava más gruesa. Atacar las curvas por el interior siempre te dará más margen de maniobra en el caso de que algo salga mal. Cuanto más técnico se vuelve el terreno, más importante es la elección de la trazada, al igual que ocurre en el ciclismo de montaña. Para un paso más rápido, curvea suavemente, evitando piedras grandes, raíces, etc.. Cuando llegues a las curvas, mantén la calma y mira siempre hacia adelante, para anticiparte al terreno, en lugar de mirar justo delante del manillar. De ese modo, el cuerpo adoptará una postura natural que te ayudará trazar la curva sin dificultad. Como puedes imaginar, contar con experiencia en MTB te puede ayudar mucho a manejarte con la bici en terreno inestable.
Eventos y carreras de gravel
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Imagen: Shutterstock[/caption] Explorar nuevos rincones y diseñar tus propias rutas es estupendo. Sin embargo, participar en un evento organizado es una oportunidad ideal para conocer a otros aficionados y para plantearte nuevos retos. Lo mismo una quedada que una competición. Como joven disciplina que es, la diversidad de formatos es enorme. Desde carreras de un día de una sola etapa hasta segmentos cronometrados estilo enduro, bikepacking de varios días y divertidas carreras sociales. Aunque el gravel de competición se va abriendo paso, el componente recreativo, turístico y social de esta modalidad ciclista todavía se mantiene.