Las gafas de sol deben ser un accesorio imprescindible para practicar ciclismo y es importante pararse unos minutos a conocer las características y beneficios de cada modelo, antes de realizar la compra.
En el mercado podemos encontrar de varios tipos según el tipo de lentes y su capacidad para filtrar los rayos de sol, para así obtener la visión más nítida dependiendo de la luz existente.
En este sentido, para practicar ciclismo se recomiendan tres tipos:
- Polarizadas, cuyas lentes sólo permiten el paso de la luz natural, eliminando los reflejos.
- Transparentes, para condiciones de poca luminosidad (lluvia, niebla, etc).
- Fotocromáticas, que aúnan características de las dos anteriores para convertirse en gafas para todo tipo de condiciones.
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Qué son las lentes fotocromáticas
Las lentes de las gafas de sol fotocromáticas están fabricadas en policarbonato y poseen una capa superficial de compuestos químicos reactivos a la radiación ultravioleta de la luz del sol. Estos compuestos químicos son aleaciones de cloro, plata o cobre.
Al incidir la luz sobre ellos cambian su estado, cambiando temporalmente el filtro solar de las lentes. Si incide una mayor cantidad de luz sobre los compuestos, las lentes se oscurecen, dejando pasar menos luz.
En cambio, si la cantidad de luz es pequeña y débil, se aclaran. Esto hace que podamos tener unas gafas de sol todo en uno, que se adaptan rápidamente a todo tipo de condiciones lumínicas.
Razones para comprar unas gafas de sol fotocromáticas
Esta polivalencia de las gafas de sol fotocromáticas hacen que sean muy recomendadas para la práctica del ciclismo, en cualquier modalidad, especialmente el de montaña. Éstos son sus principales beneficios para el ciclista:
Se adaptan a cualquier condición lumínica
La intensidad de la luz suele variar en cada salida con tu bici. Bien si sales pronto al amanecer y vuelves con el sol de mediodía o si una ruta de
mountain bike combina zonas de prado con tramos de bosque, por ejemplo.
Las gafas fotocromáticas de ciclismo se adaptan en pocos segundos a cada situación, filtrando la luz necesaria para evitar deslumbramientos y no perder la nitidez.
No es necesario cambiar las lentes
Muchas gafas de sol convencionales para ciclismo vienen con varios juegos de lentes (polarizadas, transparentes, etc.) que deberás cambiar e instalar antes de cada salida, en función del nivel de luz que haga ese día.
Con unas gafas fotocromáticas tendrás unas solas lentes para todo tipo de condiciones, olvidándote de los a veces engorrosos cambios de lentes.
Filtran la luz ultravioleta
Además de su capacidad para adaptarse a diferentes intensidades de luz, las lentes fotocromáticas también tienen filtros de radiación ultravioleta, que protegen la salud ocular.
Las salidas en bicicleta, ya sea para entrenar o sólo por diversión, suelen ser largas y durar varias horas, por lo que una exposición continua a los rayos de sol sin filtro ultravioleta puede resultar dañina para los ojos.
Desventajas de las gafas de sol fotocromáticas
Las gafas de sol fotocromáticas son grandes aliadas del ciclista y garantizan una visión nítida y sin deslumbramientos ante los cambios de luz. Pero tampoco son infalibles y su propia composición no es todo lo válida que se desearía en determinadas situaciones. A continuación te contamos algunas de sus desventajas.
Son poco efectivas con temperaturas altas
En zonas con veranos de temperaturas extremas las gafas de sol fotocromáticas no se oscurecen tanto como deberían. Por esto no filtran lo suficiente los intensos rayos de sol de esta época del año y aumenta el riesgo de cegarse momentáneamente el ojo.
No se aclaran con frío intenso
Por otra parte, con frío extremo, normalmente acompañado de cielo nublado, lluvia, etc. les cuesta aclararse. Así puedes no obtener la nitidez y claridad de visión necesarias, obligándote a quitarte las gafas para continuar la ruta.
No ajustan el nivel de luminosidad al instante
Los compuestos químicos del filtro que llevan las gafas de sol fotocromáticas para ciclismo tardan en colorearse entre 10 y 20 segundos. Esto significa que la adaptación a la luz del entorno no es instantánea.
Si estás quieto esto no es un problema. Pero puede suponer un problema si estás pedaleando en relación a la velocidad a la que ruedes. Por ejemplo, si de repente entras en una zona de bosque muy frondosa y oscura las gafas seguirán oscurecidas y habrás recorrido ya una buena parte del tramo sin obtener la claridad necesaria.
Su nivel de protección varía con temperaturas extremas
Además de su poca sensibilidad ante temperaturas extremas, las lentes de las gafas fotocromáticas no poseen una filtración de la luz solar suficiente en condiciones lumínicas extremas (muy oscuro o muy claro).
La categoría de las lentes en las que oscila el filtro fotocromático va desde la 1 (luminosidad leve) hasta la 3 (alta), pero no en la 0 (muy poca luz o noche) ni en la 4 (luminosidad muy intensa, como en la alta montaña o el mar).
Son más caras
Las gafas fotocromáticas suelen ser más caras que el resto de gafas para ciclismo. De media, el precio de partida de una gama de gafas fotocromáticas es 20 euros superior a unas polarizadas.
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Conclusiones
Si vas a adquirir unas nuevas gafas de sol para practicar ciclismo, las fotocromáticas deben ser tu primera opción si cuentas con un presupuesto más o menos holgado.
Te permitirán rodar sin deslumbramientos ante los cambios de luz propiciados por las condiciones climatológicas o el entorno, conservando una visión clara y nítida durante toda la ruta.
En cambio, debes tener en cuenta que pierden sus propiedades ante condiciones lumínicas y temperaturas extremas (mucha o muy poca luz) y las lentes son propicias a desgastarse más rápidamente que unas polarizadas, por lo que el cuidado y limpieza de las mismas tiene que ser más minucioso.
Si sales a entrenar en alta montaña, o muy cerca del mar, unas gafas de sol fotocromáticas no filtrarán la luz de sol lo necesario y no obtendrás la protección necesaria para tus ojos.
Las lentes de las gafas de sol fotocromáticas están fabricadas en policarbonato y poseen una capa superficial de compuestos químicos reactivos a la radiación ultravioleta de la luz del sol. Estos compuestos químicos son aleaciones de cloro, plata o cobre.
Al incidir la luz sobre ellos cambian su estado, cambiando temporalmente el filtro solar de las lentes. Si incide una mayor cantidad de luz sobre los compuestos, las lentes se oscurecen, dejando pasar menos luz.
En cambio, si la cantidad de luz es pequeña y débil, se aclaran. Esto hace que podamos tener unas gafas de sol todo en uno, que se adaptan rápidamente a todo tipo de condiciones lumínicas.
Esta polivalencia de las gafas de sol fotocromáticas hacen que sean muy recomendadas para la práctica del ciclismo, en cualquier modalidad, especialmente el de montaña. Éstos son sus principales beneficios para el ciclista:
Las gafas de sol fotocromáticas son grandes aliadas del ciclista y garantizan una visión nítida y sin deslumbramientos ante los cambios de luz. Pero tampoco son infalibles y su propia composición no es todo lo válida que se desearía en determinadas situaciones. A continuación te contamos algunas de sus desventajas.
