Ir directamente al contenido
tuvalumtuvalum
A toda pastilla (de freno): tipos, materiales y mantenimiento

A toda pastilla (de freno): tipos, materiales y mantenimiento

El correcto funcionamiento de unos frenos de disco pasa por el buen estado de las pastillas de freno. Una pieza fundamental del sistema que sufre desgate y debe cambiarse periódicamente. Te recomendamos conocer los tipos de pastillas existentes en el mercado, su composición y materiales, su mantenimiento... Cuestiones todas ellas necesarias para garantizar un comportamiento perfecto.

Pastillas de freno: cómo son y su función

Las pastillas son pequeñas piezas fabricadas en metal o con compuestos orgánicos que se instalan dentro de la pinza de freno, una por cada cara o lado del disco. Se sujetan con un pequeño soporte metálico. Las pastillas sirven como elemento de fricción entre la pinza de freno y la superficie del disco. Permiten una frenada potente, progresiva y sin bloqueos. Una pastilla consta de tres partes bien diferenciadas:
  1. Soporte. Es la parte metálica, que puede ser de acero, aluminio, titanio o material cerámico (este último disipa mejor el calentamiento del compuesto). Sirve de base para pegar el compuesto.
  2. Compuesto. Es la parte que, presionada por los pistones de la pinza de freno, toca la superficie del disco para reducir o detener el movimiento de la rueda. Se trata de una lámina de grosor milimétrico, cuyo material determina la naturaleza de la frenada (más modulada o seca) y el desgaste de la propia pastilla.
  3. Muelle o ballesta. Es una pequeña pieza metálica que une el par de pastillas a uno y otro lado del disco. Las mantiene separadas dentro de la pinza y facilitan su extracción para comprobar su desgaste, o sustituirlas por otras nuevas.
Pastillas de freno Además, existen modelos específicos con aletas metálicas, generalmente hechas de aluminio. Unas inserciones que evitan el sobrecalentamiento de las pastillas, permitiendo que no se pierda eficacia de frenado tras un uso intenso.

¿De qué están hechas las pastillas? Tipos de compuestos

No existe un estándar universal en cuanto a la composición de las pastillas. Las marcas de frenos (Shimano, SRAM, Campagnolo, Magura, Hayes, etc.) las ofertan en materiales diversos, que potencian ciertas propiedades de frenado o retrasan el desgaste de las pastillas por el roce. Podemos clasificar las pastillas para frenos de disco de ciclismo según su duración:

Corta duración / orgánicas

Están fabricadas con compuestos orgánicos, como el grafito o la aramida, y otros inorgánicos (carbono o fibra de vidrio), aunque se les conoce generalmente como pastillas orgánicas o de resina. Su superficie es blanda y de baja densidad, lo cual proporciona una frenada potente y modulada, además de ser bastante silenciosas. No obstante, su desgaste es más rápido que las pastillas elaboradas con otros materiales. Son las más económicas.

Larga duración / metálicas

Más conocidas como pastillas metálicas o sinterizadas. En su fabricación se usan metales como el cobre, el cinc o el hierro, que se compactan mediante calor. El resultado es una pastilla más densa, dura y que resiste mejor las altas temperaturas. Su desgaste es menor y duran más. Por contra, la frenada no es tan precisa y progresiva como con las orgánicas.

Semimetálicas

Orgánicas y metálicas: son las principales categorías que identifican las pastillas existentes en el mercado. Pero hay modelos específicos que suman elementos y materiales de ambas. El objetivo, obtener pastillas mixtas para situaciones cambiantes.
📺 En este vídeo tienes buena información sobre pastillas de freno. [embed]https://www.youtube.com/watch?v=-WRVXiGImAU[/embed]

Preguntas frecuentes sobre las pastillas de freno

Al ser una pieza de la bicicleta de cambio periódico, es frecuente que surjan dudas sobre su sustitución, desgaste, mantenimiento, etc.

¿Cuánto dura una pastilla de freno?

Las pastillas de los frenos de disco de las bicicletas tienen una vida útil aproximada de 6 y 12 meses. Pero todo dependerá del uso del ciclista y del montaje de la bici. Influirá el tipo de freno, el material de las pastillas, el mayor o menor uso de los frenos, etc.

¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar las pastillas de freno?

Si sales a rodar con frecuencia, te aconsejamos una revisión anual de los frenos de tu bici. Podrás aprovechar para realizar un cambio de pastillas. En modalidades ciclistas exigentes, como MTB en sus distintas modalidades, el plazo de sustitución se debería acortar seis meses. En especial, si lo tuyo es el Enduro o el Descenso.

¿Cómo saber si una pastilla está desgastada?

Los chirridos al frenar son el síntoma más claro de pastilla desgastada o contaminada. La pérdida de tacto o potencia puede indicar también un desgaste, lo que obligará a un cambio para evitar daños en la superficie del disco.

¿Cómo comprobar su desgaste?

Habrá que inspeccionar el grosor del compuesto y medirlo con una regla o calibre si es necesario, extrayendo previamente el par de pastillas. Si es inferior al 1 mm, o su superficie muestra un desgaste desigual, será necesario cambiarlas.
Si el grosor del compuesto es inferior a 1 mm, o su desgaste es desigual, deberías pensar en cambiar de pastillas.
Habrá que inspeccionar tanto el desgaste de la propia pastilla (grosor del compuesto) como de la limpieza de su superficie. Por otro lado, hay que verificar que la superficie no tenga suciedad, restos de grasa, líquido de frenos, etc. De ser así, la pastilla estará contaminada. Si la suciedad no es excesiva, puede limpiarse con agua, alcohol y lijando suavemente. Digamos que su sustitución no es obligatoria, pero sí recomendable.

¿Cuánto cuestan?

Las pastillas para frenos de disco no son caras en relación a otros elementos de la bicicleta. Desde 10 euros podrás adquirir un par por freno, que podrás sustituir en tu propia casa. Si optas por acudir a un taller especializado, la sustitución te puede costar unos 40 euros.

¿Cómo conservarlas en buen estado?

Unos sencillos consejos de uso y mantenimiento te permitirán prolongar la vida útil de tus pastillas. Anticípate a curvas y obstáculos para frenar en el momento justo. Deja de pedalear con la suficiente antelación, para después accionar lo justo el freno. Evita los derrapes o apurar demasiado la frenada. Puedes alargar la duración de las pastillas evitando frenadas bruscas y con una limpieza frecuente de las pinzas. Por otro lado, es conveniente una limpieza de las pinzas de freno una vez al mes, o tras una salida con lluvia, barro o mucho polvo. Para ello, retira primero las pastillas y limpia el interior con agua y jabón, o bien con un producto específico para limpiar frenos. Seca bien con un trapo y lubrica después los pistones con el mismo aceite mineral o líquido hidráulico que utilicen.

¿Qué tipo de pastillas elegir?

¿Compro pastillas orgánicas? ¿Mejor unas pastillas metálicas? Es la duda recurrente de muchos ciclistas. Para facilitar la elección, deberás tener en cuenta cómo usas el freno, en función de tu estilo y del terreno por el que circulas. Por ejemplo: si te gusta subir y bajar puertos y haces salidas largas en carretera, unas pastillas metálicas serán más convenientes que unas orgánicas, por su durabilidad y resistencia al sobrecalentamiento. Para recorridos más llanos o cortos, unas orgánicas ofrecerán buena frenada y el desgaste se notará menos. Algo parecido puede aplicarse al MTB. Las pastillas orgánicas son más propias de salidas cortas o recorridos rodadores, como en el XC. Las pastillas metálicas, en cambio, son propias de disciplinas más radicales, como el Enduro. En cualquier caso, es más una tendencia que una norma. Si tiras mucho de freno, montar pastillas metálicas en tu bici de XC puede ser una decisión muy acertada. Por último, y no menos importante, no olvides la compatibilidad de las pastillas con tu modelo de frenos. Aquí entra en juego la forma de la pastilla y su tamaño. Por ejemplo: en una MTB, o en una bicicleta eléctrica, las pinzas de cuatro pistones requerirán una pastilla específica con una superficie mayor. En carretera, e incluso en XC, las pastillas son algo más compactas.
Carrito 0

Su carrito está vacío.

Empieza a comprar