Entre los compromisos laborales, sociales y familiares que cada uno tiene en esta vida moderna y un calendario de marchas que cada día parece estar más saturado, no suele ser una tarea sencilla elegir a qué carrera inscribirse y cuál descartar a lo largo del año.
La
Clásica Puertos de Somiedo es una de esas marchas a las que cuesta decir que no. Por el entorno donde se disputa -en el corazón del Parque Natural de Somiedo-, la organización y la dureza del perfil, esta marcha cicloturista se convierte en todo un reto personal difícil de olvidar.
Esta prueba se ha convertido ya en una de las carreras de referencia en Asturias, junto con la masificada Cicloturista Lagos de Covadonga, la luarquesa Sacagüeyos (Sacaojos, ¡cuidado!), la subida a Sotres en la Cicloturista de Cabrales, la Puertos Esmeralda y la que ha entrado con fuerza en el calendario anual de ciclismo asturiano, la Cicloturista La Cubilla.
El enclave: en el Parque Natural de Somiedo
Esta marcha cicloturista transcurre en el corazón del primer espacio asturiano declarado Parque Natural allá por el 1988. Se trata de un paraíso entre montañas y bosques de hayas y robles, con sitios tan espectaculares como los Lagos de Saliencia o el Lago del Valle.
Todo un reclamo turístico para el que quiere disfrutar de la naturaleza en estado puro y uno de los sitios imprescindibles en cualquier visita a Asturias.
La prueba: cuatro puertos míticos
Esta marcha de carácter no competitivo (aunque sí cronometrada en la parte final) suele disputarse cada año hacia finales del mes de agosto.
Con salida en Pola de Somiedo y llegada en La Farrapona, el perfil de la prueba deja pocas dudas. Tan simple y tan complejo como es subir cuatro puertos en 120 kilómetros y más de 3.300 metros de ascensión acumulada.
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Puerto de Somiedo
Se sale de Pola de Somiedo y casi sin tiempo para calentar ya nos ponemos a subir el puerto de Somiedo. Doce kilómetros neutralizados con pendientes muy constantes con una media del 7%, para entrar en la provincia de León e ir rodando todos juntos hasta el primer avituallamiento en San Emiliano.
Puerto Ventana
Después del avituallamiento empezaremos a subir el puerto Ventana por la cara Sur, sin duda la más sencilla de este puerto. Son 6 kilómetros neutralizados por carretera ancha con una media del 6%, para coronar y entrar otra vez en Asturias, donde disfrutaremos de una de las partes más bonitas de la marcha: los 20 kilómetros de bajada del puerto Ventana con tráfico cortado hasta llegar a San Martín de Teverga. La típica carretera asturiana ratonera entre árboles, un privilegio para cualquier cicloturista.
Puerto San Lorenzo
En el avituallamiento de Teverga habrá reagrupamiento y a partir de aquí ¡sálvese quien pueda! Comienza el tramo cronometrado hasta la meta.
Para el que escribe, es el puerto más duro de esta Clásica y de los que más se nos atragantan a los asturianos: El puerto de San Lorenzo.
Se trata de una ascensión de 11 kilómetros al 8% de media. Pero que esto no llame a engaño a nadie, y es que nada tienen que ver la primera mitad con la segunda del puerto. Empezaremos con unas pendientes del 2-3% que irán subiendo hasta el 6-7% al llegar a Villanueva.
Ahí nos vamos a encontrar las primeras rampas al 12% y después de un breve descanso nos enfrentaremos con los últimos terribles 5 kilómetros, en los que este puerto no nos dará ni un metro de descanso. Las pendientes no bajarán del 10% y habrá picos de hasta el 16%.
A todos estos números (que ya meten miedo al cuerpo) hay que añadir el posible calor, y es que es un puerto de carretera muy ancha y abierta, sin árboles que nos protejan de esos días de calor (como fue el caso en la edición 2019) doblando la dureza de este coloso.
La Farrapona
A 1.708 metros de altitud, la Farrapona es la tercera carretera más alta de Asturias, detrás del Gamoniteiru y Cuitunigru. Final de etapa de La Vuelta en varias ocasiones, con etapas que no se olvidarán fácilmente, como la de 2011 donde Wiggins a duras penas conseguía mantener el liderato (que perdería al día siguiente en L’Angliru), o el ataque de Contador a Froome para sentenciar la Vuelta 2014.
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La subida comienza en el cruce del embalse de la Malva, aquí podremos decidir si queremos subirlo o dar por finalizado el día y seguir la carretera rumbo a Pola de Somiedo y en 2 kilómetros estaremos en la salida.
Si tomamos la decisión de acabar la prueba nos esperan casi 19 kilómetros para salvar unos 1.100 metros de desnivel, poca broma. En el primer kilómetro nos encontramos el último avituallamiento para poder coger fuerzas (si a estas alturas de fiesta se pueden sacar de algún sitio), y a partir de aquí afrontar la lenta cuenta atrás de los kilómetros que nos faltan para coronar y acabar este reto.
Nos espera un puerto muy irregular en cuanto a pendientes en el que salvando alguna pequeña bajada y algún falso llano, siempre va a más.
Para concluir esta imprescindible marcha asturiana tendremos unos 6 kilómetros con pendientes que rondarán el 10% en los que empezará a desaparecer la arboleda y donde posiblemente aparezca el viento.
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Fin de fiesta
Al llegar a la meta en La Farrapona tendremos avituallamiento para recuperar, nuestra ropa de recambio (si se quiere ropa de recambio en la meta, hay que dársela a la organización en la recogida de dorsales) y lo mejor…. Tendremos unas buenas vistas de León y Asturias.
Hay que recordar que no hay que
fartucase (llenarse) demasiado en el avituallamiento de la meta, ya que a media tarde en Pola de Somiedo habrá una espicha final para los participantes donde se comerá y se beberá, mientras se cuentan las penurias y hazañas del día, que en el fondo es lo que más nos gusta hacer a todos ¿O no es así?