Principales modelos de Cannondale
Sobre Cannondale
Las bicicletas Cannondale son fácilmente reconocibles y no dejan indiferente a nadie. O las adoras o no quieres saber nada de ellas. Esto se nota especialmente en el mercado de las MTB, con innovaciones como la horquilla Lefty
Cannondale es una marca que entró con estruendo en el ciclismo. Con diseños arriesgados, no siempre entendidos por el público más convencional, pero rompiendo moldes de tal manera que se ha posicionado como uno de los fabricantes de referencia en lo que se refiere a bicicletas de gama alta.
Cannondale fabrica bicicletas de de grandes prestaciones con señas de identidad muy claras, como por ejemplo sus famosas horquillas Lefty de un solo brazo en el segmento de montaña o su preferencia por el carbono como material para la construcción de cuadros.
Sus bicicletas son fácilmente reconocibles y no dejan indiferente a nadie. O las adoras o no quieres saber nada de ellas. Esto se nota especialmente en el mercado de las MTB, donde Cannondale ha llevado la innovación a límites que parecían imposibles con sus horquillas de brazo izquierdo Lefty. Esta innovación tecnológica hace que las bicicletas de montaña Cannondale sean únicas.
La búsqueda de nuevos diseños y mejoras técnicas que desafían los convencionalismos es uno de los emblemas de esta marca que crea en Estados Unidos y fabrica en Taiwan. Cannondale fue el fabricante que inventó el sistema de eje de pedalier BB30, que posteriormente fue adoptado por otras grandes marcas y hoy es uno de los estándares más extendidos.
En su día las ruedas gordas de Cannondale tuvieron suspensiones arriesgadas para el contacto, que marcaron la evolución en la BTT, una suspensión que unía la dirección con la horquilla de dos brazos y suponía una rareza estética. También resultaban llamativos sus modelos de bicicletas de ruta y cicloturismo con tubos más gruesos que los que empleaban el resto de fabricantes.
En 1971, cuando Joe Montgomery creó Cannondale primero pensó en fabricar objetos de acampada antes de hacer bicicletas para cicloturismo. No fue la única vez que Cannondale pensó en un producto ajeno a la bicicleta. En los noventa, hizo incursiones en el mundo de la moto, un sonoro fracaso que le supuso ser vendida en 2003.
Las raíces de esta marca nacida en Estados Unidos se dividían en dos sedes: las bicicletas se ideaban en Bethel (Connecticut) y se construían en Bedford (Pennsylvania). En este sentido Cannondale ya apostaba por la innovación al separar los centros de diseño de los centros de fabricación.
La llegada al ciclismo de carretera de Cannondale no fue sencilla, debido a que el grosor de los tubos de sus bicicletas le otorgaban una estética grotesca para la época. Cannondale fabricaba piezas muy gruesas que resultaban toscas a la vista de los cánones europeos. Una evolución que marcó su producción de bicicletas de carretera hasta que se introdujo el aluminio.
Pero la marca mantuvo confianza en sus posibilidades y entró en la competición de la mano de Mario Cipollini, el ciclista más veloz del pelotón, en el seno del Saeco, que no paraba de sumar triunfos sobre su Cannondale roja. Con Cipollini, Cannondale encontró una puerta de entrada al mercado. Además, el corredor italiano fue un pionero al ser el primer ciclista que llevaba cuadros pintados del color de su maillot.
En el Giro de 2004 Cannondale era la bicicleta que utilizaban los dos mejores ciclistas de aquella edición de la ronda italiana, Damino Cunego y Gilberto Simoni. La marca había creado la bicicleta más ligera del mercado con un modelo que pesaba menos de 6,8 kilogramos, un límite que la UCI no permitía rebasar por debajo. Fue entonces cuando surgió el slogan: “Legalize my Cannondale”.
Cannondale es lo que se conoce como una lovemark, una marca que ha ido más allá cultivando pasión y fidelidad entre miles de seguidores por todo el mundo. La variedad que de modelos de bicicleta que ofrece actualmente ofrece no tiene nada que ver con el primer catálogo de Cannondale, que casi siempre ofrecía sus primeras bicicletas en blanco o rojo.