Los cinco Monumentos del ciclismo

Los cinco Monumentos del ciclismo

Ciclistas embarrados París Roubaix
Imagen: Pauline Ballet / A.S.O.

Los Monumentos del Ciclismo son las carreras de un día que todo ciclista profesional sueña con ganar. Son las pruebas más prestigiosas del calendario de Clásicas. Con permiso de las grandes vueltas por etapas (Tour, Giro y Vuelta), constituyen las grandes citas ciclistas del año. La primavera es la temporada alta para este tipo de carreras.

Los Monumentos son un compendio de historia, leyenda, dureza y kilometraje. Todo un reclamo para las grandes figuras ciclistas del WorldTour. Cada una tiene su propio carácter y muchos corredores se preparan de forma específica para intentar ganarlas.

No en vano, en su palmarés figuran muchos de los mejores corredores de todos los tiempos. Prueba de su dificultad es que sólo tres ciclistas han sido capaces de ganar en los cinco Monumentos. Y todos ellos, belgas: Eddy Merckx, Rik Van Looy y Roger De Vlaeminck.

¿Cuáles son los cinco Monumentos del ciclismo? Vayamos en orden cronológico.

Ciclista agotado Milan San Remo
Imagen: Thomas Maheux / A.S.O.

Clásica Milán San Remo (Italia)

Conocida también como La Classicissima o La Clásica de la Primavera, la Milán San Remo es la primera del calendario de Monumentos, por lo que despierta un interés enorme. Tradicionalmente, ha sido también el Monumento más favorable a los esprínteres, lo que la distingue del resto de pruebas de esta lista.

Su dureza radica más en su distancia que en su desnivel, ya que no tiene el trazado quebrado de otros Clásicas.

Con sus 300 km, la Milán San Remo es la carrera de un día más larga del calendario ciclista profesional.

Sin embargo, todo suele acelerarse en los últimos 25 km. En el tramo final de carrera se ascienden dos puertos que, aunque carecen de entidad como para destrozar el pelotón, sí tensan la carrera: más por su cercanía a meta que por sus porcentajes. Las cotas de Cipressa y Poggio son cortas y apenas llegan al 4% de pendiente media. Esta última, a tan solo 8 km de meta, suele ser el punto caliente de la carrera.

El ascenso del Poggio es frenético y la lucha por la posición es una batalla. Tras coronar, el descenso hasta la meta de San Remo es siempre espectacular: revirado y rapidísimo. Ello no impide que la prueba se resuelva con frecuencia al esprint; o, al menos, con la llegada de un grupo numeroso.

Dos han sido los ciclista españoles que han logrado vencer en esta prueba: Miguel Poblet (1957, 1959) y Óscar Freire (2004, 2007, 2010), dos de los mejores llegadores de todos los tiempos.


En el siguiente vídeo puedes explorar la subida completa al Poggio, realizada por una grupo de ciclistas aficionados. Para que te hagas una idea.


Tour de Flandes (Bélgica)

  • Próxima edición (2022): 3 de abril (masculina y femenina).
  • Web oficial del Tour de Flandes
  • Ciclistas con más victorias: Comparten tres victorias Achiel Buysse (1940, 1941, 1943), Fiorenzo Magni (1949, 1950, 1951), Eric Leman (1970, 1972, 1973), Johan Museeuw (1993, 1995, 1998), Tom Boonen (2005, 2006, 2012) y Fabian Cancellara (2010, 2013, 2014).

La denominada Ronde Van Vlaaanderen es casi una fiesta nacional en Bélgica. Tan espectacular es la prueba como el ambiente que se vive a lo largo de su recorrido: antes, durante y después del paso de los profesionales. El Monumento del Tour de Flandes es la cita ineludible del primer domingo de abril.

Quien gana el Tour de Flandes se convierte en un héroe de forma inmediata; en especial, si lo consigue un corredor local. De hecho, el 66% de las ediciones han sido ganadas por ciclistas belgas.

Muro de Paterberg en el Monumento del Tour de Flandes
Imagen: razvan / Getty Images

La primera parte del recorrido no tiene más dificultad que la suele provocar el viento; no es extraño que azote con fuerza al pelotón. Es en torno al kilómetro 100 cuando la cosa se pone verdaderamente interesante.

En la segunda parte de la carrera se suceden las colinas. Algunas de ellas, con nombres tan legendarios como Muur-Kapelmuur, Koppenberg, Paterberg, Oude Kwaremont… Una sucesión de muros, de ascensiones cortas, empinadas y salpicadas de adoquines.

Muchos de los tramos de pavé (adoquín, en francés, y término que define este tipo de calzada empedrada) se retuercen en curvas muy complicadas, lo cual supone un riesgo añadido para los ciclistas. Si el terreno está mojado, la dificultad se multiplica, lo cual suele ocurrir con frecuencia.

En el Tour de Flandes de 1985, la lluvia provocó más de 50 caídas y sólo 24 ciclistas finalizaron la carrera.

En cualquier caso, el pavé de Flandes dista mucho de los pedruscos que el pelotón afronta en la Clásica París-Roubaix, otro de los grandes Monumentos de esta lista.


En este vídeo, puedes rememorar los últimos kilómetros del Tour de Flandes de 2010. El suizo Fabian Cancellara dio un golpe de mano en lo que se recuerda como una de las grandes exhibiciones ciclistas de los últimos tiempos.


La Ronde Van Vlaaanderen es un recorrido laberíntico de carreteras estrechas, donde hacerse un hueco es complicado y donde los descensos requieren buena técnica y olfato para leer la carrera. En definitiva, una prueba de más de 250 km con tintes dramáticos en la meca del ciclismo mundial.

Un aspecto muy destacable de esta prueba es que, desde 2004, celebra en versión femenina. Las neerlandesas Annemiek van Vleuten (2011, 20221) y Mirjam Melchers (2005, 2006) son las reinas de la prueba, con dos victorias ambas.

Clásica París Roubaix (Francia)

  • Próxima edición (2022): 16 de abril (femenina) y 17 de abril (masculina).
  • Web oficial de la París Roubaix
  • Ciclistas con más victorias: Roger De Vlaeminck y Tom Boonen (4 victorias).

Para muchos ciclistas es el Monumento de los Monumentos. La Clásica Paris-Roubaix cuenta con un poder de atracción enorme. Casi tan grande como su dificultad. Es popularmente conocida como El Infierno del Norte, una denominación cuyo origen se remonta a la destrucción sufrida por este territorio durante la Primera Guerra Mundial. La París-Roubaix se apropió de esta denominación para transmitir la dureza de la prueba.

Fuerza, nervios de acero, técnica y mucho más. Son virtudes que ha de tener el ganador de esta prueba, que cuenta con 50 km de adoquines, que más parecen piedras desordenadas. Nada que ver con ninguna otra prueba del calendario.

Por un día, parte de los carretiles agrícolas del norte de Francia se convierten en el escenario por donde discurre la Clásica más dura del mundo. Una auténtica lucha por la supervivencia sobre dos ruedas.

Ciclistas en el Monumento de la Paris Roubaix
Imagen: Pauline Ballet (A.S.O)

Todo su adoquinado fue declarado Patrimonio Histórico Francés y se distribuye en casi 30 tramos a lo largo de la carrera. En función de su dificultad, cada tramo se califica de una y cinco estrellas. Una calificación que depende de la longitud, del trazado y del estado de conservación del propio pavé.

Existen tres tramos de 5 estrellas: penosos para los ciclistas y mágicos para la afición ciclista: Bosque de Arenberg, Mons-en-Pévèle y el Carrefour de l’Arbre. Este último suele resultar definitivo, ya que se sitúa en la parte final del recorrido.

La prueba finaliza en el Velódromo de Roubaix, al que los ciclistas deben dar una vuelta antes de entrar en línea de meta.

El francés Gilbert Duclos-Lassalle ha sido el ganador más veterano de la prueba, venciendo dos años consecutivos, a la edad de 38 años.

Es, sin duda, la prueba que requiere una mayor capacidad de adaptación. Además de una enorme fortaleza física, es necesaria una capacidad técnica y táctica para no perder opciones o no irse al suelo en cualquier cuneta. Ese es precisamente el destino de muchos participantes de la Paris-Roubax.

A la dificultad de rodar entre adoquines, se suma el factor meteorológico. Cuando el tiempo es bueno, el polvo y la tierra suelta se unen a la fiesta. Si llueve, todo se convierte en lodo.

Para la historia reciente quedará la edición de 2021. El fango y la lluvia convirtieron la prueba en una encerrona de resultado impredecible. Venció un sorprendente Sonny Colbrelli (Team Bahrain Victorious). El italiano debutaba en la prueba, rompiendo todos los pronósticos.


En este vídeo puedes revivir todo el dramatismo vivido en aquella edición de la París-Roubaix.


Por último, recordemos que en 2021 se celebró la primera edición de la Paris-Roubaix femenina, con la victoria de la británica Lizzie Deignan.

Lieja-Bastogne-Lieja (Bélgica)

La primera edición de la Lieja-Bastogne-Lieja se disputó en 1892. Se la conoce también como La Doyenne (La Decana), por ser el más antiguo de los cinco monumentos. Surgió a iniciativa de L’Espresse, un diario en lengua francesa que aspiraba a celebrar una carrera que discurriese, íntegramente, por la región francófona de Bélgica (Valonia).

Junto a las Clásicas Amstel Gold Race y Flecha Valona, completa el llamado Tríptico de las Ardenas. Una región boscosa salpicada de colinas, que acaba fundiéndose con la atmósfera gris del cinturón industrial de Lieja. El resultado, una trampa para los ciclistas.

Purito Rodríguez, Mauro Gianetti y Eddy Merckx son los ciclistas que más veces han participado y completado la prueba: 13 en total.

Igual que el Tour de Flandes, la Lieja-Bastogne-Lieja acaba convirtiéndose en un auténtico sube y baja de rampas pronunciadas, si bien carecen del adoquinado de la Ronde Van Vlaaanderen. Cotas como Stockeau, La Redoute (la más icónica de todas) o Saint-Nicolas son historia viva de esta prueba legendaria.

Ciclistas en el Monumento Lieja Bastogne Lieja
Imagen: Thomas Maheux / A.S.O.

Esta circunstancia permite abrir las opciones de victoria a corredores que no son consumados especialistas en Clásicas ciclistas.

De hecho, es una prueba en la que se desenvuelven bien escaladores y ciclistas de grandes vueltas. No resulta extraño, ya que en sus 240 km de recorrido se ascienden más de 4.000 metros de desnivel, el equivalente a una gran etapa de montaña del Tour, Giro o Vuelta.

La Lieja-Bastogne-Lieja es la última de las grandes Clásicas de primavera. Al igual que en otros Monumentos, también aquí la dureza se concentra en la última parte de la prueba, lo cual la confirma como escenario ideal para fondistas.

El encadenamiento de subidas en el entorno gris e industrial de Lieja, la capital francófona de Bélgica, es otro de los rasgos diferenciadores de la prueba.

Sin duda, uno de los nombres históricos de la Lieja-Bastogne-Lieja ha sido el español Alejandro Valverde, que ha vencido en cuatro ediciones (2006, 2008, 2015, 2017), a tan solo un triunfo de Eddy Merckx, el absoluto dominador de la prueba.

Giro de Lombardía (Italia)

Finalmente, el Giro de Lombardía (Il Lombardia, su nombre oficial desde 2011) es el único de los Monumentos que se celebra en otoño. De hecho, prácticamente pone fin a la temporada ciclista profesional.

Ciclistas en el Monumento Giro de Lombardia
Imagen: Gautier DEMOUVEAUX / A.S.O.

Conocida como La Clásica de las Hojas Muertas, por celebrarse en otoño, se disputa en el delicioso entorno del lago Como y cuenta con un carácter muy diferente al resto de Monumentos. Sin duda, es el más atractivo para escaladores y ciclistas de grandes vueltas, puesto que cuenta, en general, con puertos más largos y menos explosivos que las Clásicas belgas. Aquí, la media montaña es la protagonista.

Su ascensión más famosa, y auténtico símbolo de la prueba, es el Santuario de Madonna del Ghisallo. Allí se encuentra la patrona universal de los ciclistas, designada por el Papa Pío XII. Un lugar de peregrinación para ciclistas de todo el mundo donde, además, existe un museo del ciclismo de visita obligada.

Il Lombardia asciende el santuario de Madonna del Ghisallo, proclamada Patrona Universal de los Ciclistas en 1948 por el Papa Pío XII.

No menos conocido es el Muro di Sormano, una rampa casi imposible de dos km, uno de ellos completo al 17% de pendiente media. Sin embargo, su inclusión en la prueba no es una constante.

Il Lombardia la introdujo por primera vez en 1960, pero tres años después desapareció del recorrido. Simplemente, los desarrollos de las bicis de aquella época convertían el ascenso del muro en tarea imposible.


En el siguiente vídeo, puedes conocer este enclave de la carrera desde un punto de visita aficionado.


A pesar de contar con una historia repleta de grandes escaladores, tan solo un ciclista español ha sido capaz de vencer en el Giro de Lombardia. Fue Joaquim Purito Rodríguez, que lo consiguió en dos ocasiones (2012 y 2013).

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